sábado, 29 de abril de 2023

Mateo 10:29-31

 



"29 ¿Acaso no se vende un par de pájaros por unas monedas? Sin embargo, ni uno solo de ellos cae en tierra, sin el consentimiento del Padre que está en el cielo.

30 Ustedes tienen contados todos sus cabellos.

31 No teman entonces, porque valen más que muchos pájaros."


Hoy fue un día ventoso.  Días como estos, con el viento jugando con nuestro cabello, me recuerda que Dios tiene contados todos nuestros cabellos, y como dice un canto "siento el viento rozar mi rostro y se que es mi Padre que me acaricia".  Me recuerda que Dios está en control, que debo conservar la calma y confiar en su amor de Padre, de Padre Dios.  Me gusta pensar que el viento no puede mover ni uno solo de mis cabellos si Dios no se lo permite.  Y así aunque el viento sople fuerte, Dios es quien le manda donde soplar, es Dios quien está en control.  Me recuerda un poema que escribí hace años y que ya he publicado con anterioridad.  Es el siguiente:

Casi interviniendo
Viene Dios y te salva
De la mano del viento
Que te llevaba lejos
Ahora Dios te detiene
Y el viento te acaricia

miércoles, 26 de abril de 2023

La Niña de Tus Ojos - Daniel Calveti

 



Este canto me ayuda a no sentirme triste.  Porque "yo soy su niña".




Bendito
Oh-oh-oh
Levante sus manos
Me viste a mí, cuando nadie me vio
Me amaste a mí, cuando nadie me amó
Me viste a mí, cuando nadie me vio
Me amaste a mí, cuando nadie me amó
Y me diste nombre
Yo soy tu niña
La niña de tus ojos
Porque me amaste a mí
Y me diste nombre
Yo soy tu niña
La niña de tus ojos
Porque me amaste a mí
Me amaste a mí
Me amaste a mí
Me amaste a mí
Me amaste a mí, ¡vamos díganselo!
Me amaste a mí
Me amaste a mí
Me amaste a mí
Me amaste a mí
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida, más
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida, más
Yo te amo
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida, más
¡Vamos!, ¡díganselo a él!
¡Te amo más!
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida
Te amo más que a mi vida, más
Y me diste nombre
Yo soy tu niña
La niña de tus ojos
Porque me amaste a mí
Y me diste nombre
Yo soy tu niña
La niña de tus ojos
Porque me amaste a mí
Me amaste a mí
Te adoramos
Te adoramos
Minístrame

lunes, 24 de abril de 2023

Una Espiga Dorada por el Sol

 



Este es el canto que tocaron el primer día que proclamé la Palabra de Dios.  Me trae bellos recuerdos de ese día y de mis misas en México también.

Un Lector


Ayer domingo me tocó dar mi testimonio como "lectora" al grupo de nuevos bautizados de este año durante la Pascua.  Estaba nerviosa porque ya en otras dos ocasiones hace años me lo habian pedido y en esas ocasiones ganó m tímidez y mi pensamiento de juventud.  No fue así esta vez, gracias a Dios.  Escribí lo que quería decir el día anterior y así me prepare un poco.  Llevé las hojas de la que hiba a leer, pero ya frente al grupo, me pareció que era más adecuado hablar en vez de leer.  Les conté como cuando formaba aún parte del coro, sentía yo esa inquietud de servir a nuestro Señor de alguna otra forma, y como cuando me preguntaron si quería leer durante la misa, acepté con gusto.  Como yo le digo, Dios me dió un mar nuevo, les dije que Dios nos llama a ser "pescadores de hombres".  Hice cuentas y les conté como a pesar de mi timidez, ya llevo 17 años de lectora o proclamadora de la Palabra.  También les conté como el primer día que proclamé el coro escogió de cantar una canción muy popular en México y como eso me hizo sentir bienvenida a mi nuevo ministerio.  Después de eso me limité a contarles como nos preparamos para leer las lecturas y como estamos organizados para ello.  Me sentí muy féliz de poder dar mi testimonio, pues además de reinvidicarme, ya tenía yo el deseo de poder compartir mi testimonio, aunque ésta vez fue solo como mi misión de proclamadora, siento que Dios me cumplió este deseo de mi corazón, salí muy contenta de ahí y ¡con dos nuevas lectoras!  Gloria sea dada a Dios nuestro Señor.


viernes, 21 de abril de 2023

Un Acto de Humildad

 




Hace ya varios años pertenecía al grupo de jóvenes adultos de mi parroquia.  Ahora ya no soy tan jóven, pero eso es lo de menos.  Esta Semana Santa recordé lo que aconteció en el grupo en días como estos.  En esa ocasión la Presidenta del grupo, que en paz descansé, quizo recordar el mandato que Jesús dejó a sus discipulos en la última cena.  No me refiero a la Eucaristía sino al lavatorio de pies.  Con una gran sonrisa en sus labios fue lavando cada uno de nuestros pies.  No recuerdo cuantos eramos, pero lo hizo a todo el grupo.  Cuando llegó mi turno me dió una gran lección de humildad.  Pues no solo lavo mis pies, sino que los besó!  Años después ella murió a causa del cancer, pero me dejó este recuerdo de humildad y servicio al prójimo.  Recuerdo que en aquella ocasión me pareció que Jesús me mostraba su amor atraves de su acto inesperado.  Mis pies, y no solo los mios, pero seguramente besó los pies de todos en el grupo y eramos más de 10.  Muestra lo que ella estaba dispuesta a hacer por Jesús y lo que nosotros debemos de hacer en su nombre.  No solo lavar y besar pies, pero servir desinteresadamente a nuestros semejantes.  No creo que ella imaginó el resultado de su acción, pero a mi me dejo sintiendome más amada por Dios.  Descanse en paz mi amiga Laura, Laura Rojas.

Dios Tu Eres Mi Descanso - Hermana Glenda



Vivo en medio de la prisa

y tu me dices venid a mi

los que estáis cansados y agotados

porque en mi encontrareis alivio


Dios tu eres mi descanso

mi único y autentico descanso

quiero aprender a descansar en ti

quiero aprender a descansar en ti


Dios tu eres mi descanso

mi único refugio, mi única salvación

aunque quieran derribarme

aunque por fuera me halaguen

y por dentro me critiquen


Tu eres mi fortaleza

contigo no vacilare

no caeré porque tu

eres mi refugio

solo tu mi seguridad


Dios tu eres mi descanso

mi único y autentico descanso

descansa alma mía, descasa

solo en Dios descansas de tu prisa


Yo confió, siempre en ti

contigo desahogo mi corazón

solo en ti descansa mi mente

solo de ti viene mi salvación


Aunque crezcan mucho mis riquezas

no les daré mi corazón

porque solo tu eres mi Dios

Solo tu mi seguridad


Dios tu eres mi descanso

mi único descanso

jueves, 13 de abril de 2023

Romanos 6:6-11


 

6 Comprendámoslo: nuestro hombre viejo ha sido crucificado con él, para que fuera destruido este cuerpo de pecado, y así dejáramos de ser esclavos del pecado.

7 Porque el que está muerto, no debe nada al pecado.

8 Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él.

9 Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él.

10 Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios.

11 Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús.

domingo, 9 de abril de 2023

Jesús resucitó, Aleluya!



Jesús resucitó

El es nuestra esperanza

Y en los últimos tiempos

El nos levantará

Y todo pasará

Más sus promesas

Siempre la vida nos darán.

viernes, 7 de abril de 2023

La Pasión de Dios

 



El misterio de la cruz es una locura de amor.  Preguntaba mi hermano por qué se le llama la pasión de Cristo.  Es porque el amor de Dios por nosotros es tan fuerte, tan apasionado, que por atraernos a El, decidió morir en una cruz.  El quiere que todos nos salvemos, al morir en la cruz no solo nos demuestra su gran amor apasionado por nosotros sino que nos da la oportunidad de creer y al creer nos salva y con su muerte nos regala la vida eterna, no porque la merescamos, pero porque nos ama tanto que quiere que estemos a su lado para siempre en la eternidad, pues su amor por nosotros es eterno, como dice un canto muy popular "mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo, nadie te ama...como yo".

Haiku de Sábado Santo

 Silencio reyna

Yace mi Señor, pide:

"Espera, vuelvo."

jueves, 6 de abril de 2023

El Tiempo y la Eternidad

 


El Jueves Santo se juega sobre un contraste temporal sintetizable en el concepto de "la hora y el fin". Un itinerario que no se desdobla solo a lo largo de la vida de Jesús, sino que concierne también a Pedro y, en él, a todo discípulo.

Jesús viene a amar al hombre en el tiempo, en la hora que lo conduce a la Pasión de Cruz, pero su amor se proyecta hasta el final, en un "más allá" que traspasa los confines del tiempo mismo. En efecto, ese fin tiene muchos significados: hasta el último instante de vida; hasta la perfección, como cumplimiento de la propia misión; hasta darlo todo; hasta llegar a todo hombre; hasta atraer a todos a sí, al fin último de toda cosa creada; hasta un para siempre donde el amor será todo en todos [1].
El tiempo y el no tiempo están pues íntimamente conectados, porque la experiencia humana, histórica que Jesús vive en este mundo no es un fin en sí misma, sino que sigue una trayectoria que la supera, en una continuación que procede ininterrumpida en el "futuro" sin coordenadas temporales.
También lo que sucede a partir del diálogo con Pedro parece querer indicar esta misma verdad. «Tú no me lavarás los pies para siempre» / «El que se ha bañado, no necesita lavarse sino los pies y es todo puro. Por tanto, si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies los unos a los otros. En efecto, os he dado un ejemplo para que también vosotros hagáis como yo os he hecho a vosotros» (Jn 13,8; 10; 14). Todo lo que Jesús hace en esta tierra adquiere valor con vistas a la eternidad, y en esto estamos todos involucrados: si Pedro será lavado entonces será puro para siempre, y si los discípulos serán lavados entonces tendrán que hacer lo mismo para los demás. La vida de Jesús es un paso de consignas: su donación es para que también nosotros nos entreguemos del mismo modo a los demás. Porque solo dando la vida podremos encontrarla en la resurrección.


En esta interacción entre presente y futuro, entre tiempo y eterno, el verdadero pegamento es el amor, como también san Pablo sabrá decir bien: «La caridad no tendrá fin» (1 Cor 13, 8). El amor con el que vivimos no se borra, sino que produce efectos duraderos, se inscribe en el libro verdadero de la vida, permanece cincelado en Dios, única y verdadera fuente del amor. De esto nos habla el servicio real que subyace al lavatorio de los pies, al mandamiento nuevo que Jesús nos deja en este Jueves de Pasión: «Como yo os he amado, amaos también vosotros los unos a los otros» (Jn 13,34). El amor no se agota porque Dios - el Amor verdadero - es inagotable. El mandamiento nuevo, entonces, es éste: amar en el tiempo para amar en la eternidad; amar ahora para amar hasta el final, en un paso continuo entre la historia y el infinito, entre el día que termina y el día sin ocaso. Entre nuestras dolorosas jornadas de pasión y el Domingo infinito que nos espera en la eternidad.

miércoles, 5 de abril de 2023

¿Por qué el sufrimiento?

 


 


Cuando estás en el sufrimiento,   eres como un hierro en las brasas.    Quemado por el fuego,   que se derrite por el fuego,   que se confunde con el fuego.


Estás atrapado,   y gritas de dolor,   porque nadie te escucha,  porque nadie te salva. No puedes salir,   no puedes entender,   no puedes ver.


¿Qué hacer?


Puedes odiar al mundo entero,   y volverte aún más ardiente y aún más ardiente.   O puedes ponerte en las manos de Dios.   A pesar del dolor,  a pesar del fuego.


Entonces el herrero,  te levanta y te trabaja.   Lo que antes era rígido, frío, tosco,   se vuelve cincelado, adornado, refinado.    Delicado,  original,  único,  irrepetible.   Una obra de arte.


 Ahora ya no eres informe, anónimo, tosco. Ahora te has convertido en la obra de Dios,   el signo de Dios,  la forma de Dios.


Una obra de arte,  de Dios.


Y una obra de arte,  para ti.   Y para los demás.



Nota: He encontrado este escrito en un blog católico italiano :Cercare La Fede.  Me ha gustado mucho, obviamente está escrito en italiano, pero si haces un click en la pantalla en el lado derecho de ratón, Google puede traducirlo a tu idioma.  Aunque este bloguero no escribió este relato para semana santa, me recuerda Cristo crucificado.  Pues El se puso en las manos de Padre, y después de tanto sufrimiento e incluso de la muerte, El resucitó glorificado.  Así he entendido yo este relato de la obra de arte.  Dejemos todo por lo que estemos pasando en manos del Padre y El hará con nosotros una obra de arte, que se asemeje más a El.

PAPA FRANCISCO AUDIENCIA GENERAL Plaza de San Pedro Miércoles, 5 de abril de 2023

 “El Crucificado, fuente de esperanza”

Queridos hermanos y hermanas:

El domingo pasado escuchamos el relato de la Pasión, que termina con la sepultura de Jesús. Para los discípulos, la piedra que sella el sepulcro significaba el final de sus esperanzas. También hoy pareciera que la esperanza se encuentra muchas veces sepultada bajo el peso del sufrimiento y de la desconfianza. Pero, aun en los momentos más oscuros, cuando parece que todo acaba, Dios hace resurgir en nosotros la esperanza de un nuevo comienzo. Siempre se puede comenzar.

Esta “muerte y resurrección” de la esperanza podemos verla al contemplar la cruz. Jesús crucificado está herido y despojado de todo. Sin embargo, amando y perdonando a quienes lo lastiman, convierte el mal en bien y el dolor en amor; transforma sus heridas en fuente de esperanza para todos. También nosotros podemos transformar nuestras heridas uniéndolas a las de Jesús, olvidándonos de nosotros mismos y encomendando nuestra vida en las manos misericordiosas de Dios Padre.

martes, 4 de abril de 2023

La Cruz


Habías venido

Alegría y alabanza a tus pasos

Has entrado en el templo

Y quizás no seamos nosotros también

El templo del Espíritu Santo

Deberíamos mirar en el interior

Limpiar todo lo que te ofende

La mentira, el orgullo, cuantos tantos

Muchos mercaderes están en nuestras almas

Fuera, todos fuera, no quiero que se queden

Quedate Tú Jesús

Que iré a tu encuentro

Quedate Tú Jesús

Come conmigo la cena

Y yo iré contigo

Hasta el Calvario,

Tú has llevado la cruz

Cubierta con mis pecados

No dejes que me pierda

Ya has pagado el precio

Yo también quiero cargar la cruz

No dejes que me pierda

Y no te deje solo en el calvario

Me gustaría, me gustaría

Abrazarme al pie de la cruz

Tu cruz Señor

Y mis lágrimas caigan en tus pies

Las lágrimas que caen

Recordando que yo también te he ofendido

Perdóname, Señor.


Una semana fuera del tiempo: semana santa - P. Gianni Fanzolato

 Una semana fuera del tiempo: semana santa - P. Gianni Fanzolato

Lunes Santo: Huerto de los Olivos
Jesús no estás solo en el huerto de los olivos de la historia; cuántos cálices llenos,
están sudando sangre contigo los mártires modernos, los sin voz, los migrantes,
los esclavos del poder, los pobres forzados, los niños hambrientos y las mujeres humilladas.

Martes Santo: el proceso de los procesos
El mundo es un gran escenario donde se consumen los procesos más absurdos.
Muchos señalan con el dedo para condenar, destruir, consumir, como el diablo que divide.
Cristo nunca ha condenado, siempre ha recuperado a quien estaba perdido, porque lo cree.

Miércoles santo: lavarse las manos
Demasiados se lavan las manos por miedo, para no ensuciarse, para no comprometerse, porque es cómodo.
Las manos parecen limpias, pero te queda el arrepentimiento de no haber puesto tu grano, tu ladrillo,
El corazón se ahoga, se ensucia en los meandros de tu egoísmo, y te carcome el remordimiento por dentro.

Jueves Santo: lavar los pies
Tu sacrificio, tu misa, tu ofrenda al Padre has querido enriquecerla
con un gesto inédito de servicio al hermano y de caridad profunda. Nadie lo había hecho antes.
Es tu testamento: solo lavando los pies a los hermanos seremos auténticos testigos de tu amor.

Viernes Santo: Dios muere, nace el hombre
De tu muerte ha renacido el hombre nuevo de la esperanza y del espíritu, el hombre de la resurrección.

Sábado santo: el gran silencio
Tenemos que hacer silencio, es urgente encontrar un poco de desierto en nuestro día,
silencio de los ojos, silencio de palabras, apartarse del ruido para contemplar el misterio.
Descubriremos el milagro de un Dios que actúa en el recogimiento y resucita de los escombros.

Domingo de Pascua: el triunfo de la vida Todo tiende a ti, todos te miran con esperanza, día sin atardecer, día de la vida. Desde la primera Pascua parte una ola positiva que inunda y contagia de eternidad la existencia. Eres el eje de la historia, de la aventura de un Dios que se jugó todo creyendo en el hombre. - Padre Gianni Fanzolato -

lunes, 3 de abril de 2023

El burro que trajo a Jesús - Mariolina Puddu


En un campo pastaba una burra con su potro. Había sido destetado recientemente y a veces, cuando se metía en problemas, todavía buscaba el consuelo de su madre.

Su nombre era Lollo y tenía grandes orejas puntiagudas y grandes ojos oscuros, inteligentes y astutos. Como todos los cachorros, era travieso, ruidoso, prepotente. Tan pronto como podía, se alejaba hacia los confines del campo tratando de invadir y, cuando el dueño iba a recogerlo, apuntaba las patas al suelo y no había forma de moverlo. ¡Había que arrastrarlo y cuán agudos eran sus gritos de protesta! El dueño todavía no se decidía a ponerlo a trabajar: ¡era tan joven y cabezón!

Una hermosa mañana de primavera llegan al campamento los hombres, hablan un poco con el patrón y luego comienzan a mirar hacia Lollo. De hecho, habían venido a hacer una petición curiosa que le afectaba precisamente a él. Estos hombres eran siervos de un tal, un tal Nazareno y, enviados por este, querían prestado a Lollo. Servía a su Maestro para entrar en Jerusalén.

El dueño estaba perplejo: "¡Pero qué Lollo! Para vuestro Maestro hace falta un caballo. Yo no la tengo, pero mi vecino es un soldado y seguramente estará contento de prestaros su hermoso caballo blanco".

¡Pero ellos insistieron, se obsesionaron mucho! Querían un burro que fuera joven que nunca hubiera trabajado. " Es el Maestro que lo pide - decían - pero no temas te lo devolveremos".

El amo alzaba los ojos al cielo: "¡Pero entonces simplemente no entendéis, este burro no es adecuado! Es mandon, cabezota, y nos hará a mí y a tu maestro quedar mal. Es capaz de detenerse en medio de la calle y no querer caminar más, si le da la vuelta, comienza a rugir tan fuerte y no la termina más, y luego, muerde!".

Y los siervos a él: "¡Así como es, lo quiere el Maestro, y él no se equivoca! Si ha pedido este asno tendrá sus buenos motivos!". El amo entonces, abatido, toma un trozo de cuerda, lo tira alrededor del cuello de Lollo y lo entrega a los siervos. Lollo está demasiado interesado en el asunto para pensar en hacer berrinches, y dócil se deja atar y conducir fuera del campo.

Poco lejos llegan a una encrucijada, a las afueras de Jerusalén. Hay hombres, mujeres e incluso niños que rodean a un joven. Los siervos dirigen precisamente hacia Él: "He aquí, Maestro, éste es el asno que pediste". El Maestro se gira, se acerca a Lollo, extiende una mano, lo acaricia en la cabeza y lo mira. Lollo también levanta los ojos hacia este extraño Maestro que ha querido a toda costa tenerlo como montura, y sus ojos se sumergen en la mirada del Maestro: "Nunca nadie me había mirado así" - dirá luego Lollo - "ni siquiera mi madre". Es como si con una sola mirada el Maestro me dijera: "No temas, está bien así. Sí, eres un poco un bandido, pero puedes hacerlo. ¡Yo confío en ti y te quiero! ¡Ánimo! Comencemos este viaje, tú me llevarás a Jerusalén".

Lollo siente como un fuego dentro de su corazón, está contento y un poco tiene ganas de llorar, sin motivo... Manso se deja poner un manto rojo sobre la grupa, se deja subir por el Maestro y, lentamente, comienzan su viaje hacia Jerusalén. A medida que se acercan a la ciudad, la gente crece. Extienden por el suelo mantos rojos, tienen en la mano ramas de palma y de olivo, los agitan y gritan: "¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en lo alto de los cielos!".

Lollo se siente realmente un burro importante... ¡Todos festejan a la persona que él lleva en su lomo, vestido con ese hermoso manto rojo! Los niños también están de fiesta y algunas niñas traen flores.

De repente una voz se eleva de la multitud y pregunta: "¿Quién es este hombre?". Alguien responde: "¡Es Jesús, de Nazaret de Galilea!". "¿Qué ha hecho usted?". "Yo soy viuda, Jesús resucitó a mi único hijo. ¡Aquí está!". "Yo estaba mudo por culpa de un demonio y Jesús me liberó". "Yo tenía esta mano como muerta y él me dijo: ¡Golpéala! ¡Y mi mano volvió como nueva! ¡Todo lo hizo bien!". Lollo escucha todo lo que la gente dice sobre el hombre que está acompañando a Jerusalén. "¡Ahora entiendo por qué algunos llaman a Jesús el Señor!". La multitud está llena de alegría y fiesta. Jesús está listo para entrar en el templo. Antes de alejarse, con la mano toca lentamente el hocico del asno. Jesús y Lollo se miran por un largo instante. Jesús entiende lo que el burro le quiere decir: "Gracias, Señor, por buscarme. ¡Me necesitabas y confiaste en mí! De ahora en adelante, aunque no creo que pueda ser siempre bueno, quiero intentar ser como tú me ves. Tal vez vuelva a patear, y ciertamente refunfuñaré de vez en cuando, pero nunca olvidaré que confiaste en mí. Gracias Jesús, yo también te quiero". - Mariolina Puddu -