viernes, 27 de mayo de 2016

La Imitación de Cristo, Oración para los malos pensamientos

Libro III
Capítulo XXVI 
Oración para los malos pensamientos. 

Señor, no te alejes de mí: Dios mio, mira en mi favor, que se han levantado contra mí vanos pensamientos y grandes temores, que afligen mi ánima. ¿Cómo pasarê sin lesión? ¿Cómo los destruirê? 

Yo irê (dice Dios) delante de tí, y humillarê los soberbios de la tierra, abrirê la puerta de la cárcel, y revelarte he los secretos de las cosas escondidas. 

Hazlo así, Señor, como lo dices, y huyan de tu presencia todos los malos pensamientos. Esta es mi esperanza y singular consolación confiar de tí, y llamarte de todas mis entrañas, y esperar en paciencia tu consolación. 






miércoles, 25 de mayo de 2016

La Imitación de Cristo - Cómo Debemos Tener Paciencia con Humildad


Libro Segundo
Capitulo 2
Cómo Debemos Tener Paciencia con Humildad


No tengas en mucho quien es por tí o contra tí; mas ten cuidado que sea Dios contigo en todo lo que haces. Ten buena conciencia, y Dios te defenderá. Al que Dios quiere ayudar no le podrá dañar la malicia de alguno. 

Si tú sabes callar y sufrir, sin duda verás el favor de Dios. El sabe bien el tiempo y la manera de librarte; y por esto te debes ofrecer a él en todo. A Dios pertenece ayudar y librar de toda confusión. Algunas veces conviene para nuestra humildad que otros sepan nuestros defectos, y los reprendan. Cuando el hombre se humilla por sus defectos, entonces fácilmente aplaca y mitiga los otros, y satisface a los que están airados con él.

Dios defiende y libra al humilde, y al humilde ama y consuela: al humilde se inclina, y al humilde da grande gracia, y después de su abatimiento lo levanta a la honra. Al humilde descubre sus secretos, y le trae dulcemente a sí, y le convida. El humilde, recibida la injuria y afrenta, está en mucha paz; porque está en Dios, y no en el mundo. No pienses haber aprovechado algo, si no te estimas por el más bajo de todos.