lunes, 30 de octubre de 2017

Sermón 19, 2-3





Yo reconozco mi culpa, dice el salmista. Si yo la reconozco, dígnate tú perdonarla. No tengamos en modo alguno la presunción de que vivimos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas. Los hombres sin remedio son aquellos que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de los demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás. No es así como nos enseña el salmo a orar y dar a Dios satisfacción, ya que dice: Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado

El que así ora no atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a sí mismo, y no de manera superficial, como quien palpa, sino profundizando en su interior. No se perdona a sí mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdón. 


 ¿Quieres aplacar a Dios? Conoce lo que has de hacer contigo mismo para que Dios te sea propicio. Atiende a lo que dice el mismo salmo: Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Por tanto, ¿es que has de prescindir del sacrificio? ¿Significa esto que podrás aplacar a Dios sin ninguna oblación? ¿Que dice el salmo? Los sacrificios no te satisfacen: si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Pero continúa y verás que dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. 

Dios rechaza los antiguos sacrificios, pero te enseña qué es lo que has de ofrecer. Nuestros padres ofrecían víctimas de sus rebaños, y éste era su sacrificio. Los sacrificios no te satisfacen, pero quieres otra clase de sacrificios. Si te ofreciera un holocausto -dice-, no lo querrías. Si no quieres, pues, holocaustos, ¿vas a quedar sin sacrificios? De ningún modo. Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias. Éste es el sacrificio que has de ofrecer. 

No busques en el rebaño, no prepares navíos para navegar hasta las más lejanas tierras a buscar perfumes. Busca en tu corazón la ofrenda grata a Dios. El corazón es lo que hay que quebrantar. Y no temas perder el corazón al quebrantarlo, pues dice también el salmo: Oh Dios, crea en mí un corazón puro. Para que sea creado este corazón puro hay que quebrantar antes el impuro. 

Sintamos disgusto de nosotros mismos cuando pecamos, ya que el pecado disgusta a Dios. Y, ya que no estamos libres de pecado, por lo menos asemejémonos a Dios en nuestro disgusto por lo que a él le disgusta. Así tu voluntad coincide en algo con la de Dios, en cuanto que te disgusta lo mismo que odia tu Hacedor. 


San Agustín

domingo, 29 de octubre de 2017

El Amor





Hoy el Evangelio nos habla del mandamiento más importante: Amar a  Dios con todo tu corazón, toda tu mente y toda tu alma. Jesús también nos ha dicho que el segundo mandamiento más importante es amar a tu prójimo. El padre nos ha invitado a buscar que es el amor. ¿Qué es el amor? Ha citado 1 Juan 4:8 "Dios es amor." Luego tenemos que tener a Dios como referencia en el amor. Nos ha dicho por amor "Dios ha amado tanto al mundo que le ha dado a Su Único Hijo." (Juan 3:16), nos ha dicho también que no hay otra cosa más grande que dar la vida por los amigos, y Jesús ha hecho ésto, dar la vida por nosotros. Una definición de amor en referencia a Dios. Y Jesús, ha dicho, nos preguntará ,o dirá "Tuve sed y me habéis dado que beber", "Tuve hambre y me habéis dado que comer", "fui forastero y me hospedaste", "estuve enfermo y me habéis visitado," "estuve desnudo y me habéis vestido," "estuve preso y habéis venido verme."  si lo hubieras hecho a uno de mis hermanos más pequeños lo habéis hecho a mí." Jesús ha vivido su vida curando a los enfermos, resucitando muertos, multiplicando el pan para los hambrientos. Y yo pienso, así Dios quiere ser amado, a travez del prójimo, Dios quiere que vivamos la vida por Él, que demos la vida por nuestros amigos, amar como El nos ha amado. Ésto es el amor, ésto es amar a Dios.

sábado, 28 de octubre de 2017

¡Regresa al primer amor!


Uno de los pasajes de la Biblia que más ha llamado mi atención al leerlo se encuentra en el Apocalipsis.  Es el mensaje al Angel de Efeso. En éste se le pide que regrese al primer amor, que se acuerde de donde ha caido.  Mi vida ha estado llena de altibajos espirituales, y me parece que cuando la leí me encontraba un poco molesta con Dios.  Sin embargo, El me recordó a través de esta lectura mi primer amor, Jesús, recordé mi historia dentro de la iglesia, dentro de su doctrina, y poco a poco fui regresando a ese primer amor, aunque nunca volvere a tener la inocencia de la niñez, dice una oración en uno de los prefacios de la misa, que Dios la devuelve a quien El desea.  Ojala y si nos alejamos de ese primer amor, regresemos con inocencia renovada y no nos olvidemos de porque aprendimos a amar a Dios y a su iglesia.  Inocencia porque ya lo dijo Jesús que tenemos que ser como niños para entrar en el Reino de los Cielos.


Apocalipsis 2:1-7

A la Iglesia de Efeso: ¡Regresa al primer amor!

»Escribe al ángel de la iglesia de Éfeso: Esto dice el que tiene en su mano derecha las siete estrellas  y pasea en medio de los siete candelabros de oro: 
     2 - Conozco tus obras; tu esfuerzo y tu perseverancia.  Sé que no puedes soportar a los malvados, que pusiste a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y los encontraste mentirosos. Eres perseverante y has sufrido por mi nombre sin desmayar. Pero debo reprocharte que dejaste enfriar el primer amor. Recuerda, pues, de dónde has caído; cambia de actitud y compórtate como antes. Si no lo haces, vendré a verte y arrancaré tu candelabro de su puesto. Sin embargo, tienes a tu favor que detectas la conducta de los nicolaítas, como yo también la detesto.
      El que tenga oídos, que escuche lo que el Espíritu esta diciendo a las iglesias Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.

Ave María


El niño protestante y la Virgen Maria

Dios te salve María,
Llena eres de gracia,
El Señor es contigo,
Bendita tú eres
Entre todas las mujeres
Y bendito es el fruto
De tu vientre:
Jesús.

Santa María,
Madre de Dios,
Ruega por nosotros pecadores
Ahora y en la hora de nuestra  muerte.

Amén



sábado, 14 de octubre de 2017

viernes, 13 de octubre de 2017

Tesalonicenses 5:16-18


"16 Esten siempre alegres. 17 Oren en todo momento. 18 Den gracias por todo, pues esta es la voluntad de Dios con respecto a ustedes como cristianos."

Tomado de la Biblia Católica para Jóvenes.


Reflexión: Dios nos quiere alegres, contentos.  Debemos aceptar su voluntad y darle gracias por todo lo que nos manda, pues el ve mucho más alla de lo que podemos ver nosotros. Y quiere que estemos siempre en comunicación con El, orando y dando gracias, confiando en su voluntad.

viernes, 6 de octubre de 2017

Mi esperanza - Traducción


Lloré

Mis lágrimas,

Me acordé de mis faltas,

Me acordé del sufrimiento

Que por mí
Tú has vivido.
Y, sí, era demasiado,
Mucho, solamente



Tú me has devuelto la alegría


Vi tu luz

Viví tu resurrección

E iluminaste el corazón herido.

Tú vives


Y tú cierras el llanto.



Creí, creo y soy testigo:


Tú, la  alegría,

la Vida,

Mi esperanza.





Nota: Traducción de un poema que escribi originalmente en francés. Porque siempre es bueno recordar que Jesús es nuestra esperanza.

miércoles, 4 de octubre de 2017

Alegria

Alegria,
Si me alejo de Ti
Palabra efimera.
Si permanezco en Ti
La vida mia.
Si me quejo
Se aleja porque no acepto
Tu Santa Voluntad,
Si en cambio
Por ti vivo
No hay cosa que 
Tu paz desvanezca.
Porque todo
Todo proviene de Ti
y la alegria
Es el signo  con el que dices:
Eres mia,
Alma cristiana
Se fiel, sonrie
Porque eres libre
Y Dios te cuida.

Inspirada por  San Francisco de Asis :)

Evangelio Viviente




...Yo quiero ser evangelio viviente
Abandonarme en tus brazos Señor
Ser como un niño que juega o se duerme
Mientras su Padre lo envuelve en amor....

Audiencia del Papa Francisco - Miercoles 4 de Octubre del 2017

Queridos hermanos y hermanas:

Octubre es un mes que la Iglesia dedica especialmente a la misión, por eso esta catequesis lleva por título: “Misioneros de esperanza hoy”. El núcleo de la fe cristiana es la resurrección de Jesús, por eso el cristiano no puede ser un profeta de desgracias. A través del Espíritu Santo, Jesús nos hace renacer a una vida nueva que debemos anunciar a los demás no sólo de palabra, sino con la vida. Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar. Porque la fuerza de la resurrección hace que los cristianos seamos capaces de amar allí donde parece que ya no hay motivo para amar, y de abrir espacios de salvación allí donde parece que todo está humanamente perdido. El cristiano por eso no se deja llevar del desánimo o de la queja, ya que gracias a la resurrección está convencido de que no hay ningún mal que sea infinito, ninguna noche que sea eterna, ningún hombre que no pueda cambiar, ningún odio que no se pueda vencer con amor.