Llega la noche
Cena de Pascua
Y con tus santisimas manos
Tú mismo te nos donas
A todos, a nadie excluyes
Y llegas hasta el huerto
Y rezas por nosotros
Y aceptas el cáliz que el Padre
Te ha mandado
Mi buen Jesús.
Te apresan!
Te azotan!
Y te dan el madero
Esa cruz con la que has cargado
Todos nuestros pecados
Y llegas al Calvario
Y te clavan por mi
Cuanto quisiera hubiesen sido mis manos
Y nos tus santas manos
Clavenme a mi
A mi que te he ofendido
Pero no,
Tú fuiste crucificado
Pagas por nuestras culpas
Y te ofreces como sacrificio santo y sin mancha
Solo Tú pudiste hacerlo
Por obediencia y por amor
A todos, al Padre, a mi.
Más al morir conquistaste la muerte
Y una esperanza para las almas tuyas.
Y nos das tu silencio, pero después
Te realzas Señor
Y pides que introduzca mi mano en tu costado
No es necesario, Señor Jesús.
Yo creo!