jueves, 26 de mayo de 2011

La Cruz


Cuando sufro recuerdo que Jesús sufrió más por mí, observo su cruz que me da fuerza. Acepto mi cruz y le ofrezco mi dolor.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Mi primer Vigilia de Pascua

Cuando niña solía pasar mis vacaciones de Semana Santa en la pequeña comunidad rural donde aun viven mis abuelos.  Siendo un pequeño poblado no había sacerdote para cada domingo, el encargado de la celebración era mi abuelito, se leían las lecturas pero no celebrábamos la Eucaristía.  El sermón del Viernes, dado por mi abuelito, siempre era largo, yo observaba a  varias personas llorar, sin comprender muy bien el porque de su llanto.  Después crecí, y recordando todo lo que ha sido mi vida, lloré y lloré.  No podía comprender el porque de mis faltas, el porque de mi soberbia de no comprender mis faltas, si, no podía comprender porque después de pasar una infancia (que por cierto fue bastante alargada) cuidándome de no cometer la más pequeña falta para no añadir al sufrimiento de Jesús, porque después de leer tanto sobre su sufrimiento, porque después de tenerlo siempre presente, porque lo había olvidado, porque caí.  Aun no logro comprender porque sintiendo el dolor que causa en mi el pecado, porque pecaba, porque peco.  Mi soberbia consiste o consistía en esto: porque no puedo comprender el porque peco.  Poco a poco he logrado comprender que mi naturaleza humana es imperfecta, que se peca a veces sin saberlo, sin darnos cuenta.  Que por eso vino Jesús al mundo, para mostrarnos el camino hacia Dios, Y no se porque me vienen a la mente estas palabras de Jesús “por eso sean perfectos como mi Padre del cielo es perfecto”.  Y ante estas palabras no puedo decir nada.  Y es en este pasado de comprender y sentir el dolor del pecado que llego cada Semana Santa al servicio del Viernes Santo.  No comprendiendo el porque de nuestros pecados lloro, no comprendiendo el porque de nuestras penas, lloro, no comprendiendo supongo del todo, el plan de Dios.  Y es que el amor de Dios es tan grande que abarca santos y pecadores, y es tan grande que nos dio a su único hijo, y el saber que mis culpas se añadieron a su sufrimiento, lloro, y al darme cuenta de este amor perfecto de Dios, lloro, son sentimientos encontrados.  Aun después de la cuaresma me es difícil observar a Cristo crucificado, sabiéndome también causante de su crucifixión.  Y en eso consiste mi tristeza.  Y he aquí que Dios viene a mi auxilio, fue tanto mi sentimiento de culpa que casi decido no volver más a proclamar la palabra de Dios, a leer desde el ambón por sentirme indigna de El, pero Dios en su infinita bondad me da la oportunidad de proclamar en la Vigilia Pascual, la sexta lectura.  Me sentía tan honrada y a la vez tan indigna que quise verme lo mejor posible, no quería que nada saliera mal.  Fui a la práctica y aprendí lo siguiente: las lecturas se leen en la obscuridad, a la luz del Cirio Pascual, y para los lectores también una pequeñísima lámpara.  Muchas veces había visto en televisión la misa del Domingo de Pascua desde el Vaticano, pero no la vigilia, y si alguna vez la vi no me percate de las luces o por lo menos no lo recordaba.  Y temí lo peor: y si no puedo leer, y es que yo no puedo ver muy bien de noche.  Tendría que estar afuera para presenciar como encienden el Cirio Pascual, encender mi velita y entrar a la iglesia sin más luz que la de las velas y entre en pánico.  Y se llego la noche, y sin saber de mis limitaciones la coordinadora de los lectores me sugirió que esperara adentro, así que  espere dentro de la iglesia y le informe que necesitaría ayuda para llegar al ambón, y el señor que iba a tomarnos de la mano para subir la escalera lo haría, problema resuelto.  Espere con emoción y temblando a que empezara la misa.  Y que lindo fue, ver el Cirio Pascual y las velitas de la gente entrar a la iglesia, me hubiera gustado empezar desde afuera, pero esto para mis ojos y para mi alma fue un bálsamo de luz y del amor de Dios.  Y es que a mi también me trajeron una velita, la luz de Cristo, comprendí tantas cosas, Cristo en nosotros, con nosotros, mi amigo Jesús se manifiesta en nuestros corazones  y es un gran regalo, el mejor.  “Yo soy la luz del mundo”, dice Jesús.  Y se llego el momento de apagar las velitas, solo quedo el Cirio Pascual.  Escuché con impaciencia cada lectura, y fui comprendiendo un poco más el amor de Dios sobre los hombres, casi lloro, la creación, la alianza con Abraham, el escuchar que Dios nunca, nunca se olvidara de nosotros, el saber que sus mandamientos son sabiduría verdadera, todo cada lectura acercándonos más y más a la alianza perfecta en Cristo Jesús, a su salvación para con nosotros, a su amor, a su resurrección.  Y encendieron las luces, se proclamó la última lectura y después el Evangelio, cantado. Fue tanta la alegría de saber que Jesús había resucitado.  Que aun yo, en mi miseria, en mi tristeza, tengo la oportunidad de resucitar también con El, que muertos al pecado en el bautismo tenemos la esperanza de la resurrección, que aunque soy imperfecta, aunque soy pecadora, soy pecadora arrepentida, que siempre existe la oportunidad de regresar a Dios, que tengo como amigo al mejor de los hombres, aquel que como dijo una amiga, es el amigo que nunca falla.  Y Dios en su misericordia me dio una esperanza, Jesús mismo, aún no logro sin comprender el amor de Dios para una pecadora como yo, no lo entiendo, solo se que es tan grande que Jesús no solamente murió por mi y por todos los hombres, pero que también resucitó por nosotros “Resucitó de veraz mi amor y mi esperanza”, Dios Padre por amor a su Hijo y por amor a los hombres, lo permitió.  Cristo, no esta muerto, esta vivo, y vive en mi, no lo entiendo, pero me causa una tremenda alegría.

P.D. Pude leer, fue más brillante la luz de Cristo y la ayuda del Espíritu Santo, que todas las tinieblas de mis inseguridades. ¿Pueden imaginarse la alegría de los apóstoles al ver a Jesús otra vez?

¡Viva la gracia y muera el pecado y viva Cristo Resucitado!

lunes, 16 de mayo de 2011

Flores a la Reina del Cielo

Flores le ofrecí cuando de niña
A la madre de Dios, Reina del Cielo
Llegar hasta sus pies era mi anhelo
Recuerdos mi mente hoy escudriña.

Listón azul que su cintura ciña
Su cabeza lleva blanco un velo
Bajo el cual veo su lindo pelo
Y a sus pies flores de la campiña.

Una banca contenía las flores
Margaritas, crisantemos y rosas
En mi memoria tengo sus olores.

Pienso y recuerdo todas estas cosas
Aves Marías, cantos, y colores
Con su bendición brillan relumbrosas.

Flores A la Virgen






Uno de los recuerdos más  bellos de mi infancia es el ir ofrecer flores a la Virgen María.  “Ave, Ave, Ave María, Ave, Ave, Ave María.” Cantaban las señoras, mientras las niñas, la mayoría vestidas de blanco ofrecíamos las flores al pie de la virgen.  La iglesia a la que asistía es hermosa, con sus pinturas de siglos anteriores y su piso de madera que hacia resonar nuestros pasos avisando que las flores llegarían sin falta hasta la Virgen en el mes de mayo.  Siempre se cantaba el mismo canto, después rezábamos  el Ave María y se repetía  el ofrecimiento de flores y el canto. Aun recuerdo el olor de las flores, el agua que olía  a sus tallos.  Y así era cada día en el mes de Mayo, mes lluvioso por el que algunas veces nos quedamos inundadas en la iglesia, esperando que el agua de la calle bajara, o que nos vinieran a recoger en un carro.  Así era el mes de Mayo de mi infancia, dedicado a la Madre de Dios y Madre Nuestra. Años más tarde supe que el canto era alegórico a las apariciones de Fátima de Nuestra Señora a tres pastorcitos en Fátima, Portugal.  También tuve la dicha hace años de poder repetir esa vivencia con niñas de mi parroquia en Estados Unidos.  Aunque ya no era niña, cantábamos otro canto y yo coordinaba, uno de los sueños que pude ver cumplidos para la Virgencita, sueño donde aprendí que cada Ave María es una rosa para la corona de la Virgen María en el cielo.

viernes, 13 de mayo de 2011

El Viaje de la Mente Hacia Dios - San Buenaventura de Bagnoregio (Mis apuntes)




Capitulo I. – Glorifica a Dios, el Creador, ve la grandeza de Dios en todas las cosas, especialmente en la naturaleza, así lo entendí yo. Ve la grandeza de Dios en la creación y glorifícalo, pues el hizo los Cielos y la tierra, lo visible y lo invisible.

Capitulo II. – Más aun, ve a Dios a través de los sentidos, experimenta la naturaleza, el aprendizaje, el entendimiento y el juicio.

Capitulo III. – Ve a Dios en ti mismo, un alma a imagen de Dios, donde el intelecto es iluminado por la Verdad que es Dios.

“...entonces el deseo humano  busca nada, excepto y porque lo que es Lo Mas Bueno, y /ó porque es El, y/ó porque ha llegado a una semejanza a El. Tan grande es la fuerza de El Más Bueno, que nada puede ser amado por una creatura excepto por un deseo de El, lo cual (la creatura), falla y se equivoca, cuando acepta una similitud y una imitación en lugar de la Verdad.  Entonces, ve en que manera el alma es cercana a Dios, y en que manera la memoria conduce a la eternidad, la inteligencia a la Verdad, el poder de elección, a La Más Alta Bondad de acuerdo a sus actividades.”

Capitulo IV. – Es por medio de la fe en Nuestro Señor Jesucristo, la esperanza y el amor, que reparamos nuestros sentidos para ir a través  la puerta y contemplar a Jesús, la puerta, a Nuestro Padre, a través de la gracia.

“donde considerando las ordenes de los Ángeles, ve en ellos a Dios, que viviendo en ellos hace todos su actividades.” Donde dice (San) Bernardino de Eugenio, que ‘Dios in los Serafines ama como caridad, en los Querubines conoce como verdad, en los Tronos se sienta como equidad, en las Dominaciones domina como majestad, en los Principados manda como Principio, en las Potestades cuida como salud, en las Virtudes trabaja como virtud, en los Arcángeles revela como luz, en los Ángeles asiste como piedad.”
“Por el cual es visto que Dios es todo en todo a través de la contemplación de El, en mentes, en las cuales, E habita por los regalos de su más afluente caridad.”

Y podemos contemplar a Dios en “el esplendor de sus Santos.” Y tenemos la Sagrada escritura que limpia, ilumina y perfecciona nuestro entendimiento.

“Habiendo sido llenados completamente de todo de lo cual el intelecto ilumina nuestra mente, es inhabitado por Sabiduría Divina como una casa de Dios, hecha una hija, esposa y amiga de Dios; hecho miembro, hermana y co-heredera con Cristo la Cabeza; hecha sin embargo templo del Espíritu Santo, fundada  por medio de la fe, elevada por medio de la esperanza y dedicada a Dios por medio de la santidad de mente y cuerpo.  Lo cual junto causa la más sincera caridad por Cristo, que es difuso en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo, que se nos ha dado. Sin cual Espíritu no podemos conocer los secretos de Dios. Porque lo que es de un hombre nadie puede saber excepto el espíritu del hombre, que está en él; así que también lo que es de Dios nadie puede saber excepto el Espíritu de Dios. Entonces en caridad estamos enraizados y fundados, a poder comprender con todos los Santos, lo que es la longitud de la eternidad, lo que es el respiro de la liberalidad, lo que es sublimidad de la majestad  y lo que es el fondo de la sabiduría del Juez.”

Capitulo V.- Contempla a Dios a través de Su nombre como se le dio a Moisés  en Exodo 3, 14 “Yo Soy El Que Soy”, Dios lo más presente, puro, perfecto, actual, inmutable, simple, eterno, omnipotente, omnisciente, omnipresente.

“Porque es más simple, por esa razón enteramente dentro de todo y fuera de todo, y por ésta razón es una esfera inteligible, cuyo centro esta en todas partes y su circunferencia en ninguna parte.  Porque es más actual y más inmutable, por esa razón permaneciendo estable deja a todo moverse. Porque es lo más perfecto y más inmenso, por esa razón está dentro de todas las cosas, no como incluido, fuera de todas las cosas, no excluido, sobre todas las cosas, no alzado, bajo todas las cosas, no postrado. Pero porque es el más alto y en cada medida, por esa razón es todo en todo aunque todas las cosas sean muchas y solo es solo uno; y esto, porque a través de la más simple unidad, la más serena verdad, es cada exemplaridad y cada comunicabilidad; y por esta razón de El y por El y en El están todas las cosas y esto, porque es omnipotente, omnisciente, y en toda medida bueno, en lo cual verlo perfectamente es estar bendecido, como es dicho por Moises: Por eso muéstrate ser cada cosa buena.”

 No. 213 en el catecismo de la Iglesia Catolica:

“La revelación del inefable nombre “Soy El Que Soy” contiene entonces la verdad que Dios, solo, Es. La traducción Griega Septuaginta de las Escrituras Hebreas, y siguiendo la tradición de  la Iglesia, entiende el nombre divino en este sentido: Dios es lo pleno de Ser y de cada perfección, sin origen y sin final.  Todas las creaturas reciben todo lo que son y tienen de El; pero El solo es su propio ser, y El es de El, todo lo que El es.”

Capitulo V1. – Contempla a Dios en su Más Bendita Trinidad. Contémplalo como amor y a través del amor, su más Alta Bondad, no trates de comprender lo incomprensible.  

“Sabiendolo la Más Alta Bondad siendo La Más Alta Comunicabilidad, y de la Más Alta Comunicabilidad, la Más Alta Consubstancialidad, y de la Más alta Consubstancialidad la Más Alta Configurabilidad, y de esas la Más Alta Co-Igualdad, y por ésta razón la Más Alta Co-Eternidad, y por todo lo dicho la Más Alta Co-Intimidad, por lo cual es el lo otro necesariamente a través de la Más Alta Circumincesion  y uno trabaja con el otro a través una y en cada medida sin división de substancia y virtud y actividad de la Santísima Trinidad misma”.

La Más Alta Bondad es Trino y Uno, como hay Tres Personas que Co-Existen como Una.  No puedes dejar de contemplar éste misterio con admiración, maravillarte.  Contempla al Hombre Cristo Jesús, que se nos unió en las limitaciones del ser humano, sufrió y murió, El a pesar de ser Eterno, El Más Perfecto e Inmenso. Contempla al Espíritu Santo que es enviado de ambos, el Padre y el Hijo, que es adorado con ambos, exaltado con ambos sobre todas las cosas. Contempla a Dios sabiendo que el hombre fue creado a su semejanza, maravíllate de saber que fuimos creados a imagen del Creador, imagen que fue hecha perfecta en Cristo Jesús, Nuestro Señor.

miércoles, 11 de mayo de 2011

El Pájaro Y Su Rama

¿Algún día han visto a un pájaro construir su nido?  Yo si. Fue una mañana de miércoles.  Algo me hizo detenerme, algo me decía que esperara mientras caminaba por la calle, así que por pura corazonada, esperé pacientemente, y entonces lo vi.  Un pájaro bajo al pasto, tomó una pequeña rama con su pico y levantó el vuelo. Lo seguí hasta donde pude y me quedé contenta por haber podido presenciar esta escena de la naturaleza.

Su Haiku:
Yo lo he visto
Su nido en el pico,
Vuelo a casa.

Las plumas, grises,
La rama que comienza
Cada esperanza.

lunes, 9 de mayo de 2011

La Rosa de mi Madre

Mi mamá me obsequió una rosa
La cortó de jardín no propio
Cinco pétalos como estrella tiene la flor
De repente cae uno y quedan cuatro
Suerte maravillosa, trébol y rosa.

Hace casi cinco años que mi mami está en el cielo, esa rosa la cortó hace seis, y a pesar de que estos versos se hayan quedado grabados en mi memoria, es su amor la flor que me lleno de alegría y que siempre recordaré como un regalo de Dios, el mejor regalo que me ha dado ésta vida.

El Me Cuida



Me tiene Dios en su mano
Como gotita de agua
Si rodando me saliese de ella
Caería en la nada.


Mar sin fondo y sin orilla
Le abrí a Dios mi corazón
Y Dios lo inundó y ya inunda
Al mundo mi mar de Dios.


Soy en la mano de Dios
Rocío de la mañana
Con todo el cielo del cielo
En mi gotita de agua.

-          Angel Martínez Baigorri

viernes, 6 de mayo de 2011

Siembra en tu camino el amor
Y florecerá la alegría
Y renacerá la luz de un nuevo día.

 - Tarek Abuata

Mi traducción:

Plant love in your path
And happiness will bloom
And the light of a new day will be reborn.

Pianta in la tua strada il amore
E guarda la gioia in fioriture
E la luce di un giorno nouvo sarà rinato.

Plant amour à votre chemin
Et fleurira la joie
Et la lumière de un nouveau jour sera renaitre.