domingo, 20 de marzo de 2022

Oración por la guerra en Ukrania por el Papá Francisco tomada del Arzobispo italiano Monseñor Mimmo Battaglia

 


LLAMAMIENTO Y ORACIÓN POR UCRANIA

Queridos hermanos y hermanas, en el dolor de esta guerra hacemos una oración todos juntos, pidiendo al Señor el perdón y pidiendo la paz. Rezaremos una oración escrita por un obispo italiano.

Perdónanos la guerra, Señor.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de nosotros pecadores.
Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, muerto en brazos de la madre en un bunker de Járkov, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, enviado veinteañero al frente, ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que ves todavía las manos armadas en la sombra de tu cruz, ¡ten piedad de nosotros!

Perdónanos Señor,
perdónanos, si no contentos con los clavos con los que atravesamos tu mano, seguimos bebiendo la sangre de los muertos desgarrados por las armas.
Perdónanos, si estas manos que habías creado para custodiar, se han transformado en instrumentos de muerte.
Perdónanos, Señor, si seguimos matando a nuestros hermanos, perdónanos si seguimos como Caín quitando las piedras de nuestro campo para matar a Abel.
Perdónanos, si seguimos justificando con nuestro cansancio la crueldad, si con nuestro dolor legitimamos la brutalidad de nuestras acciones.
Perdónanos la guerra, Señor. Perdónanos la guerra, Señor.

Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ¡te imploramos! ¡Detén la mano de Caín!
Ilumina nuestra conciencia,
no se haga nuestra voluntad,
¡no nos abandones a nuestras acciones!
¡Detennos, Señor, detennos!
Y cuando hayas parado la mano de Caín, cuida también de él. Es nuestro hermano.
Oh Señor, ¡pon un freno a la violencia!
¡Detennos, Señor!

Amén.

Mateo 5:9

9 Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.

miércoles, 16 de marzo de 2022

Salmo 91:2

 



2 di al Señor: «Mi refugio y mi baluarte,

mi Dios, en quien confío».





domingo, 13 de marzo de 2022

Rezar

 




Hoy el sacerdote nos presentó la transfiguración de Jesús como un resultado de la oración.  Confieso que he procastinado en mi tiempo de oración los últimos meses y lo que dijo me alentó a retomar mis oraciones.  Dijo que orar a Dios es como un adelanto del Cielo!  Sobretodo orar frente al Santisimo.  Y es que al rezar nos ponemos en comunicación con Dios y Dios siempre escucha, siempre y siempre responde, inclusive con el silencio.  Me parece que ya lo he escrito aquí antes, pero recuerdo de una ocasión en que me encontraba triste.  En el silencio de mi corazón ccomenzé a desahogarme con Jesús.  Al terminar, una paz inundó mi corazón.  Sentí como si Jesús me abrazara y me sentí más tranquila.  No le pedí nada, simplemente confié en mi mejor amigo.  Como dijo hoy el padre, descansó mi corazón, descansó en el corazón de Jesús.  Me parece que se llama consolación.  Y el rezar nos vuelve sensibles a la precensia de Dios.  Recuerdo haber escuchado algunas oraciones empezar diciendo "nos ponemos en la precensia del Señor..." Y es que Dios siempre está ahí, tan cercano como una oración.  Algo más que nos dijo el sacerdote fue que esta Cuaresma deberiamos transfigurarnos como lo hizó Jesús.  Yo lo entendí en usar la oración para acercarnos más a Dios y alejarnos del pecado.  Ójala lleguemos a la Pascua con nuestras túnicas tan refulgantes como la de Jesús, es decir, en gracia.  Emprendamos un nuevo camino de la mano de la oración, y compartamos con los demás la alegría de tener a Jesús no solo como amigo, sino como nuestro Salvador.