jueves, 23 de septiembre de 2021

¡El escogió los clavos por Ti!!

 



El pudo haber cumplido su misión de otra forma, "una palmada, un trueno, rocas callendo sobre Jerusalen; ¡Quizas otro diluvio...!

Pero no:  ¡El escogió los clavos! ¿Por qué? ¿Qué razón tenía Cristo para morir así? Y la respuesta es.. ¡Por ti y por tus pecados!


Solamente la mano de Dios podía limpiar todas nuestras suciedades,

Solamente la sangre del Hijo del Hombre podía purificar nuestras vergüenzas.

Y por si te quedaban duda: El quizo los clavos en sus manos y pies antes que perderte para siempre.. 


El pudo desviar la mano del verdugo...

El pudo hacer que el clavo no traspasará su carne...

El, si lo hubiera querido hubiera mandado una legión de angeles como lo hizo Abraham para detener el golpe mortal: Genesis 22:10-12.


¿Pero por qué no lo hizo. .?


Porque cuando la mano de Dios se abrió para "EL CLAVO"

Las puertas del cielo, se abrieron para Ti.




Nota: Desconozco el autor.  Pero llegó hasta mi por Manuel Alvarez, Hector Oviedo, Milton Arredondo, Ivan Arredondo y Juan M. Gaspar.  Gracias.  Lo necesitaba precisamente hoy.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

Confesión

 


Tengo cerca de un mes que no asisto a la misa por motivos personales.  Quisiera regresar y recibir a mi amadisimo Jesús una vez más.  Ya he escrito aquí antes que Jesús es quien me mantiene luchando para sobrevivir los altibajos de la vida.  Pero primero tengo que preparar mi alma para recibirlo dignamente.  Para eso es necesario hacer un buen examén de conciencia.  Ya nos dice la Biblia que el que dice que no tiene pecado es un mentiroso y que todos necesitamos de Jesús y su misericordia, pues todos hemos pecado.  Disculpen que no recuerdo los versiculos.  Una buena forma de examinarnos es recordando los diez mandamientos de la ley de Dios.  Primero: "Amarás a Dios sobre todas las cosas.  No tendrás otro Dios más que a mi."  Y preguntarnos si pusimos nuestra confianza en algo fuera de Dios: en los hombres, en el dinero, en los espiritistas, en nuestra propia inteligencia, en la drogas, etc. Segundo: "No tomarás el nombre de Dios en vano".  Que es lo mismo a respetar su nombre y no usar a Dios para engañar a los demás o no prometer cosas a Dios que después no cumplimos.  Tercero: "Santificarás loa días festivos".  O preguntarnos si faltamos a la misa dominical por motivos superfluos o sin importancia.  Recordemos que también hay fiestas de guardar que a veces no son en domingo.  Cuarto: "Honrarás a tu padre y a tu madre".  Recordar si les faltamos el respeto a nuestros padres, si los preocupamos por portarnos mal, si los desobedecimos, si no vivimos de acuerdo a sus enseñanzas, etc.  Quinto:  "No matarás".  Creo que éste no necesita explicación, aunque en algún lugar leí que tampoco debemos "matar" las ilusiones, la autoestima o los sueños de los demás con nuestras palabras.  Es decir, no debemos maldecir ni ofender a los demás con nuestras palabras.  Sexto: "No cometerás adulterio.  No fornicarás". O lo que es lo mismo no tendrás actos sexuales fuera del matrimonio o con personas casadas que no esten casadas contigo.  Septimo: "No robarås".  Osea que no tomarás cosas que no te pertenecen.  Octavo: "No darás falso testimonio contra tu prójimo ni mentirás."  No inventarás mentiras ni divulgaras chismes de otras personas.  Noveno:  ""No consentirás pensamientos ni deseos impuros".  Osea que no caerás en pecados contra la pureza de tu cuepo o de tu mente.  Décimo: "No desearás la mujer de tu prójimo.". Ó su esposo, o sus bienes o nada que le pertenezca.  Recordemos también que se peca de pensamiento, palabra, obra y omisión.   Preguntemonos si dejamos de lado la oportunidad de hacer el bien a alguien, si faltamos contra nuestro prójimo en nuestro pensamiento, si sentimos envidia, ira, pereza (holganezerîa), si nos sentimos superiores a los demás, si exageramos la cantidad de nuestros alimentos, si dimos paso a la lujuria, si hicimos el mal contra nuestro prójimo., si descuidamos nuestra salud.   No debemos sin embargo abatirnos y perder la esperanza por los pecados cometidos.  Jesús misericordioso nos espera en el confesionario y si nuestro arrepentimiento es sincero nos perdonará y dejará nuestra alma tan blanca como la nieve.  Nos dice San Alfonso María de Liguori que debemos dar gracias de no caer tal vez más veces y aceptar nuestras faltas, que si caemos es tal vez para que no crescamos en soberbia.  Somos humanos y Dios es misericordioso con nosotros.  Actuemos de igual manera con nuestros semejantes.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

El Pan de Vida

 



Esta mañana escuché al Padre Toro responderle a un hermano protestante sobre la presencia verdadera de Jesús en la Ostia Consagrada.  Es Jesús mismo quien respondé en Juan 6:51 y Juan 6:55 que su carne es vetdadera comida.  He tomado Juan 6:43- 69 para que se vea en contexto.  Jesús no miente y no dice que su Pan es un simbolo de su carne sino que "es"  su "carne".  He aquí el Evangelio expuesto por el Padre Toro:


43 Jesús tomó la palabra y les dijo: «No murmuren entre ustedes.

44 Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me envió; y yo lo resucitaré en el último día.

45 Está escrito en el libro de los Profetas: "Todos serán instruidos por Dios". Todo el que oyó al Padre y recibe su enseñanza, viene a mí.

46 Nadie ha visto nunca al Padre, sino el que viene de Dios: sólo él ha visto al Padre.

47 Les aseguro que el que cree, tiene Vida eterna.

48 Yo soy el pan de Vida.

49 Sus padres, en el desierto, comieron el maná y murieron.

50 Pero este es el pan que desciende del cielo, para que aquel que lo coma no muera.

51 Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo».

52 Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?».

53 Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes.

54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.

55 Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida.

56 El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

57 Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí.

58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente».

59 Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.

60 Después de oírlo, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?».

61 Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza?

62 ¿Qué pasará entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes?

63 El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida.

64 Pero hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.

65 Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede».

66 Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de él y dejaron de acompañarlo.

67 Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».

68 Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna.

69 Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».