miércoles, 15 de octubre de 2014

Vuestra soy, para Vos nací: ¿Que mandáis hacer de mí?



Soberana Majestad,
eterna Sabiduría,

Bondad buena al alma mía;

Dios, Alteza, un Ser, Bondad:

la gran vileza mirad, 
que hoy os canta amor así:
¿Qué mandáis hacer de mí?


Vuestra soy, pues me criasteis;
vuestra, pues me redimisteis; 

vuestra, pues que me sufristeis;

vuestra, pues que me llamasteis;

vuestra, porque me esperasteis;
vuestra, pues no me perdía;
¿Qué mandáis hacer de mí?


Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma:

mi cuerpo, mi vida y mi alma,

mis entrañas y afición.

Dulce Esposo y Redención,
pues por vuestra me ofrecí:
¿Qué mandáis hacer de mí?


Dadme muerte, dadme vida,
dad salud o enfermedad,

honra o deshonra me dad,

dadme guerra o paz crecida,

flaqueza o fuerza cumplida,
que a todo digo que sí:
¿Qué queréis hacer de mí?


Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,

dadme alegría o tristeza,

dadme infierno o dadme cielo,

vida dulce, sol sin velo,
pues del todo me rendí:
¿Qué mandáis hacer de mí?


Si queréis que esté holgando,
quiero por amor holgar;

si me mandáis trabajar,

morir quiero trabajando:

decid dónde, cómo y cuándo,
decid, dulce Amor, decid:
¿Qué mandáis hacer de mí?




Gloria al Padre, gloria al Hijo,

gloria al Espíritu Santo

por los siglos de los siglos. Amén.


viernes, 10 de octubre de 2014

Carta de Dios para Ti

Querido (a) hijo (a):

Tú, que eres un ser humano, eres mi milagro. Y eres fuerte, capaz, inteligente y lleno de dones y talentos. Cuéntalos y entusiásmate con ellos. Reconócete. Encuéntrate. Acéptate. Anímate. Y piensa que, desde este momento, puedes cambiar tu vida para bien, si te lo propones y te llenas de entusiasmo. Y sobre todo, si te das cuenta de la felicidad que puedes conseguir con sólo desearlo.
Eres mi creación más grande. Eres mi milagro. No temas comenzar una nueva vida. No te lamentes nunca. No te quejes. No te atormentes. No te deprimas. ¿Cómo puedes temer, si eres mi milagro?. Estás dotado de poderes desconocidos para todas las criaturas del universo. Eres único. Nadie es igual a ti. Sólo en ti está aceptar el camino de la felicidad y enfrentarlo, y seguir siempre adelante hasta el fin. Simplemente porque eres libre.
En ti está el poder de no atarte a las cosas. Las cosas no hacen la felicidad. Te hice perfecto para que aprovecharas tu capacidad y no para que te destruyas con cosas superficiales. Te di el poder de pensar, de amar, de determinar, de reír, de imaginar, de crear, de planear, de hablar, de rezar… Te di el dominio de elegir tu propio destino usando tu voluntad. ¿Qué has hecho de estas tremendas fuerzas que te di?. No importa. De hoy en más, olvida tu pasado, usando sabiamente ese poder de elección.
Elige amar en lugar de odiar, elige reír en lugar de llorar, elige actuar en lugar de aplazar, elige crecer en lugar de consumirte, elige bendecir en lugar de blasfemar, elige vivir en lugar de morir.
Y aprende a sentir mi presencia en cada acto de tu vida. Crece cada día un poco más en el optimismo de la esperanza. Deja atrás los miedos y los sentimientos de derrota. Yo estoy a tu lado siempre. Llámame, búscame, acuérdate de mi. Vivo en ti desde siempre y siempre te estoy esperando para amarte. Si has de venir hacia mi algún día…que sea hoy, en este momento. Cada instante que vivas sin mi, es un instante infinito que pierdes de paz.
Trata de volverte niño, simple, inocente, generoso, dador, con capacidad de asombro y capacidad para conmoverte ante la maravilla de sentirte humano, porque puedes conocer mi amor, puedes sentir una lágrima, puedes comprender el dolor…
No te olvides que eres mi milagro. Que te quiero feliz, con misericordia, con piedad, para que este mundo que transitas pueda acostumbrarse a reír, siempre que tú aprendas a reír. Y si eres mi milagro, entonces usa tus dones y cambia tu medio ambiente, contagiando esperanza y optimismo sin temor, porque yo estoy a tu lado.
Con todo cariño,

DIOS.

domingo, 5 de octubre de 2014

4 de Octubre - San Francisco de Asis




Es la madrugada del 5 de Octubre, no tengo sueño.  Y leyendo un blog que sigo, he recordado que precisamente ayer fue la Fiesta de San Francisco de Asis, el segundo santo que conocí.  San Francisco, o como lo llamamos cariñosamente "Panchito", me trae recuerdos de mi infancia, pues la ciudad de donde provengo podría decirse que es Franciscana.  Ahi cada año en la madrugada del 4 de Octubre, los devotos o los que van a pagar "mandas" (promesas hechas por un milagro), llegan hasta el pie del cerro que lleva a Real de Catorce y caminan toda la noche hasta llegar a la iglesia de San Francisco.  Personalmente, nunca hice esa caminata, pero recuerdo a mis primos y tios hacerla.  Como era niña iba en camión, aunque no cada año.  Recuerdo la iglesia tapizada de "milagros", pinturas hechas como agradecimiento a San Francisco por el milagro concedido.  Llegabamos a la iglesia y entrabamos de rodillas hasta el altar, desde donde se podía observar a San Francisco. Rezabamos y subiamos por una escalera donde esta la pared tapizada con las pinturas de milagros, ya en el segundo piso, encontrabamos un cuarto con más milagros.  Y desde ahí saliamos a la calle.  Afuera habia puestos de dulces tipicos, y mas milagros, peros estos pequeñas figuritas me parece que de aluminio o cobre que podías comprar para llevar como agradecimiento.  "Panchito" fue especialmente mi santo predilecto, pues a los catorce años forme parte de un grupo de jóvenes franciscamos de mi ciudad.  Ahi, con "Panchito" aprendí a "vivir el evangelio", o al menos traté. En el grupo llamado "JUFRA" leíamos las lecturas y el evangelio del domingo y opinabamos sobre como podriamos implementarlo en nuestras vidas.  También en este grupo creció mi amor por el canto, pues cantabamos canciones franciscanas por un buen tiempo y era algo que disfrutaba mucho.  Fue con este grupo que cante por primera vez en una misa en el coro, aunque fue solo una vez, fue un sueño hecho realidad.  Ese año fue muy importante para mi pues me acerco más a Jesús.  Desafortunadamente no pude recibir la Tau (cruz franciscana), para ingresar formalmente al grupo, pues tuve que emigrar a los Estados Unidos.  Sin embargo, siempre quedo en mi ese amor a la vida franciscana.  Recuerdo que años después hize 3 nudos en un vestido gris, tanto era mi deseo de ser franciscana.  Luego leí que antes los trajes de los franciscanos eran grises y me dió una gran alegría.  Aunque sigo siendo franciscana solo de corazón.