viernes, 28 de octubre de 2011

Asís, Día de reflexión, dialogo y oración por la paz

Ayer fue el llamado a un Día de reflexión, dialogo y oración por la paz en Asís, Italia, la ciudad de San Francisco de Asís. La reunión convocada por el Papa Benedicto XVI conmemoraba el XXV aniversario de la primera reunión por la paz convocada por el Beato Papa Juan Pablo II en 1986. Tuve la fortuna de poder presenciar parte del evento por la Cadena EWTN, y fue realmente esperanzador ver a tantas personas de diferentes culturas y religiones reunidas en un mismo lugar para un propósito tan bello como la paz. El Santo Padre explicó como es la falta de Dios en los hombres lo que los lleva a actuar en contra de la paz, a deshumanizarse por tener por Dios al materialismo, ó a hacer cosas tan inhumanas como el holocausto por verse por encima de Dios. Y es verdad, no debemos preguntar a Dios por que el mendigo de la calle, por que la guerra, por que el hambre, como dice una famosa canción la respuesta es retórica, pero se entiende que si estas cosas suceden es porque el hombre esta alejado de Dios, porque no tiene a Dios en sus vida, somos nosotros los que permitimos estas cosas. No es Dios el culpable, somos nosotros, si el mundo se acercara a Dios, la paz y la justicia renacerían, seriamos la civilización del amor, amor de Dios para con el prójimo que como dijo Jesús nos ha dejado a sus hermanos menores, y lo que hagamos por ellos lo haremos por Jesús. Así el prójimo, como dijo el Papa ayer, se nos hace cercano, ya no es extraño, es más bien nuestro hermano. Y como dijo un hermano musulmán antes del Papa, a aquellos que dicen que la religión es el problema "no podemos criticar lo que no conocemos, aquello de lo que no tenemos tan siquiera un concepto". Quiera Dios que lo vivido ayer por estos representantes de diversos credos sea llevado a sus seguidores y trabajemos todos unidos por un mundo de paz y bien, como diria San Francisco de Asís.

Algo que me pareció realmente bello fue que se cantara la Oración de San Francisco:

Hazme un instrumento de tu paz,
donde haya odio lleve yo tu amor,
donde haya injuria, tu perdón, Señor,
donde haya duda, fe en ti.

Hazme un instrumento de tu paz,
que lleve tu esperanza por doquier,
donde haya oscuridad, lleve tu luz,
donde haya pena, tu gozo, Señor.

Maestro, ayúdame a nunca buscar
querer ser consolado, sino consolar,
ser comprendido, sino comprender,
ser amado, sino yo amar.

Hazme instrumento de tu paz,
es perdonando que nos das perdón,
es dando a todos que tú nos das,
y muriendo es que volvemos a nacer.

Maestro, ayúdame a nunca buscar
querer ser consolado, sino consolar,
ser comprendido, sino comprender,
ser amado, sino yo amar.

Hazme un instrumento de tu paz.

Cita de Santa Teresa de Calcuta que me parece adecuada para el dia de ayer pues para que haya paz debe primero estar el amor:

"EVERY HUMAN BEING COMES FROM THE HAND OF GOD, AND WE ALL KNOW SOMETHING OF GOD'S LOVE FOR US. WHATEVER OUR RELIGION, WE KNOW THAT IF WE REALLY WANT TO LOVE, WE MUST FIRST LEARN TO FORGIVE BEFORE ANYTHING ELSE" (Mother Teresa of Calcutta)

"Cada ser humano viene de la mano de Dios, y todos sabemos algo del amor de Dios por nosotros. Cualquiera que sea nuestra religión, sabemos que si realmente queremos amar, primero debemos aprender a perdonar antes que cualquier otra cosa" (Madre Teresa de Calcuta)

miércoles, 26 de octubre de 2011

El Pastor - Benedicto XVI, via www.paraticanto.blogspot.com

Link:       El Pastor

Reflexion sobre el Capitulo XIV del Dialogo de la Divina Providencia de Santa Catalina de Siena



Y he aquí que no comprendiendo mi debilidad humana he pasado noches llorando y reprimiéndome y rogándole a Dios me perdone por las veces que he pecado, habiendo sin embargo recibido su perdón en el sacramento de la reconciliación.  Y hoy Dios me ha ayudado no solo a comprender el porque de mis faltas, pero también a afrontarlas y no cometerlas.  Hoy Dios me ha recordado que Jesús nos ha hecho libres,
¿no fue acaso Jesús libre de pecado, quien recibió primero el Bautismo del Espiritu Santo y quien pagó
 con sangre nuestros pecados?:

El hombre recibe en el Bautismo al Espíritu Santo el cual borra la culpa del pecado original, no así la inclinación al pecado y la debilidad humana, pero nos da el poder de no seguir esta inclinación en virtud de la Sangre Preciosísima de Cristo derramada por nos. Y tenemos así el poder de llevar al alma a donde se quiere, a estar en gracia con Dios, por afecto y deseo de amar a Dios.

Es decir, que débil y humana que soy tengo el poder, por gracia de Dios, de frenar el impulso al pecado.  Eureka! Y si esto no fuera posible, Dios nos da la gracia de arrepentirnos y pedirle perdón y limpiar nuestras culpas por virtud de la santa sangre de Cristo. Gran tristeza es la de Dios al vernos sumergidos en el pecado al habernos dado la fuerza en Cristo que ya ha vencido al pecado por nosotros derramando su sangre en la cruz, calmando así la ira de Dios Padre y al mismo tiempo acercándonos a su misericordia.

Y dándonos así la gracia de borrar nuestras culpas primero por el Bautismo, después por medio de la reconciliación.

La respuesta ha venido gracias a Santa Catalina de Siena y su Dialogo de la Divina Providencia, Capitulo XIV según el texto en italiano.   

También en el dialogo 75 (en español) donde nos dice que recibimos la misericordia de Dios en la reconciliación que es como un segundo Bautismo, pero en la Preciosísima Sangre de Cristo.

lunes, 24 de octubre de 2011

Un recuerdo

Hay recuerdos que suelen venir a nosotros con la ayuda de imágenes, de sonidos, de palabras, ó de  aromas.  Vivencias que han quedado grabadas en nuestra memoria, aguardando el momento de algo que las despierte.  Recordar a Dios en el diario de nuestras vidas, puede parecer difícil para quien para empezar no cree en El, pero para los que creemos, basta despertar, abrir los ojos.  Y es que Dios es el creador de todas las cosas y todo lo que tenemos es gracias a El, empezando por la vida misma.  Aun así, hay veces que siento la necesidad de ver a  Dios, algo que me recuerde de El, que me haga sentir su presencia, y quisiera tener cerca alguna imagen religiosa.  Y entonces me pregunto, ¿cómo será Dios Padre?  Y recuerdo las palabras de Jesús cuando dice que quien lo ha visto a El, ha visto al Padre.  Y es que son un solo Dios verdadero, junto con El Espíritu Santo.  Y Dios en su simplicidad es Amor, Amor puro, divino, como nos decía el Sacerdote este domingo, Ágape: Amor de entendimiento.   Y entonces viene a mi  otro recuerdo, una imagen que tengo grabada en mi memoria con todo y el sentimiento que despierta en mí, de sentirme querida y amada por Dios.  Es una ilustración del catecismo que estudie para mi primera comunión. En este dibujo se ve un gran círculo como una hostia, pero de color dorado, amarilla y blanca, de este círculo sale una mano hacia una niña que esta frente a El y que me parece también  inclina sus manos hacia esta mano divina.  Obviamente, representa la mano de Dios, que siempre esta ahí para ayudarnos, que nunca se aparta de nosotros y a quien dice el ahora Beato S.S. Juan Pablo II, debemos acércanos no solo en oración de petición , sino también en alabanza, en contemplación, en la alegría como en la tristeza.  Recordar esta imagen, me hace recordar a su vez, la presencia de Cristo en la Hostia Consagrada, y en como El, Dios, esta siempre ahí, siempre.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La Agonia - Azeneth

Jesús amaba al pecador y murió por nosotros siendo aun pecadores

Hace unos pocos meses veía una noticia muy triste en el noticiero, cuando pasaron a los culpables de la noticia me sentí indignada y no querer viendo sus rostros salí del cuarto.  Casi enseguida me sentí culpable por no tener compasión hacia estas personas, recordé el amor de Dios por nosotros y resé por ellos.  Y es que el amor al prójimo también incluye al pecador, y tal vez haya pecados que sintamos son imperdonables, pero Jesús murió y resucitó por todos los hombres, y todos tenemos derecho a arrepentirnos y seguirlo.  Siempre me impresiona cuando las personas en el noticiero responden un "yo ya los perdone" en lugar de un "quiero justicia".  A Dios lo que es Dios y al Cesar lo que es del Cesar, pero no hay que olvidar la fuerza del perdón que trae paz no solo al que lo recibe, pero también a quien lo otorga.

El siguiente fragmento fue publicado como reflexión del Evangelio de hoy en  www.evangeliodeldia.org :

"Isaac el Sirio (siglo VII), monje cerca de Mossoul, santo de la Iglesia Ortodoxa
Sentencias 117,118


Malvados sois, doctores de la Ley, porque cargáis a los demás con fardos insoportables
No alimentes el odio hacia el pecador, porque somos todos culpables. Si, por amor de Dios, lo censuras, llora sobre él. ¿Por qué lo odiarías? Esto son los pecados que conviene odiar, rezando por él si quieres parecerte Cristo. Que lejos de indignarse contra los pecadores, rezaba por ellos  (Lc 23,34)... ¿Cuál es pues, tú que sólo eres un hombre, la razón que te hace odiar al pecador? ¿por qué está exento de tu virtud? ¿Pero dónde está tu virtud, si faltas a la caridad? "

lunes, 10 de octubre de 2011

La Humildad



La humildad según la definición de la Real Academia Española es la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

Podría decirse que ser humilde es dejarse y saberse ser amado por Dios reconociendo que todo lo que tenemos ya sea material o espiritual proviene de Dios, reconociendo que lo único que realmente es nuestro es nuestra miseria, nuestras debilidades.   Al reconocer nuestra miseria podemos reconocer nuestra necesidad de Dios y buscarlo. Como lo explica el Catecismo de la Iglesia Católica 2733 “Quien es humilde no se extraña de su miseria; ésta le lleva a una mayor confianza, a mantenerse firme en la constancia.” Al dar gracias y gloria a Dios por lo recibido evitamos la vana gloria y podemos abrirnos a recibir sus dones y a usarlos para servir a los demás.  Al ser humilde aceptamos no solo la alegría sino también la tristeza y podemos ofrecer ambas a Dios en acción de gracias y regocijarnos en Cristo.

En Jesús nuestro Señor, encontramos la verdadera humildad, pues siendo Hijo de Dios, vino al mundo y se hizo hombre como nosotros, compartiendo nuestra naturaleza humana, y usando su vida al servicio de los demás.  Aceptando en todo la voluntad de su Padre, nuestro Dios, llegando a dar su vida para alcanzarnos la vida eterna.

También nuestra Madre, la Virgen María es ejemplo de humildad, pues no solo aceptó lo que Dios le pedía, sino que se llamo así misma “la esclava del Señor”, llegando a ser nada, para serlo todo en Dios.

Siendo humildes podemos dejar de pensar en nosotros para pensar en los demás.  Solo por medio de la humildad podemos dejar de confiar en nuestras propias fuerzas y confiar más en Dios, nuestro Padre y creador.

Humildad virtud que nos lleva a seguirte de cerca, Jesús, a dejarnos moldear por tu mano, a aceptar con tu gozo, la cruz.