jueves, 23 de junio de 2011

Jesús y las estrellas

"The Creator and The Creature.
I adore You, Lord and Creator, hidden in the Blessed Sacrament. I adore You for all the works of Your hands, that reveal to me so much wisdom, goodness and mercy, O Lord. You have spread so much beauty over the earth, and it tells me about Your beauty, even though these beautiful things are but a faint reflection of You, Incomprehensible Beauty. And although You have hidden yourself and concealed Your beauty, my eye, enlightened by faith, reaches You, and my soul recognizes its Creator, its Highest Good; and my heart is completely immersed in prayer of adoration." - St. M. Faustina Kowalska


Las estrellas me fascinan.  Y hace dos días me dieron una lección de humildad.  Pues pude ver una comparación a escala del sol con las estrellas más grandes del universo.  La comparación, que vi en televisión, mostraba al sol del tamaño de la cabeza de un alfiler y la estrella grande como el domo de un observatorio.  Luego vi los cúmulos estelares que no son otra cosa que agrupaciones de estrellas de todos tamaños, luego las galaxias compuestos por éstos, luego los agregados galácticos formados por miles de galaxias, y todo separado por años luz y me sentí tan pequeñita ante tan grande creación.  Y es que tan pequeño es el hombre comparado con Dios.  Como dice en la Biblia el Salmo 143, “Señor, qué es el hombre para que te fijes en el.”

 Y me viene a la mente algo que escribió Santa María Faustina Kowalska sobre la misericordia de Dios, que Dios en su grandeza pudo haber suspirado y hubiésemos sido salvos, pero no, Dios Hijo se digno de venir a la Tierra, se hizo hombre como nosotros, sufrió por nosotros y cargo con nuestros pecados para alcanzarnos salvación, todo por la gran misericordia que tiene para nosotros a la que ningún pecador puede acercarse sin recibir perdón.  Y así, viendo mi realidad ante una estrella, me siento aún más pequeña ante su cruz y me nace recordar el versículo más famoso de la Biblia “Porque tanto amo Dios al mundo que nos dio a su único Hijo para que quien crea en El no perezca, más tenga vida eterna”, Juan 3:16.

No puedo aguantarme las ganas de refutar un articulo que leí donde se manchaba la imagen de la estrella que anunció el nacimiento de Jesús a los Reyes Magos.  Y me reuso a escribir lo que se dijo de la estrella, solo me limito a escribir que con ella se cumplieron las escrituras en Números 24:17 “Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set.”

lunes, 20 de junio de 2011

Celebración de Pentecostés

El pasado 12 de Junio fue el día de Pentecostés.  El día en que celebramos la venida del Espíritu Santo a los apóstoles y el comienzo de la evangelización a todos los pueblos de la tierra.  Tuve la bendición de ser escogida para la proclamar la Primera Lectura.  La lectura de los Hechos de los Apóstoles narraba como el Espíritu Santo se manifestó ese día, primero como un viento y luego como lenguas como de fuego que se posaron sobre los apóstoles.  Fue un gran honor que me causo una alegría que no experimento muy seguido, estaba feliz de poder proclamar estos acontecimientos a la iglesia, tanto que se me quitaron los nervios apenas y comencé a hablar.  Además después de la Primera Lectura viene el salmo que también leí.  Enseguida proclamaron la Segunda Lectura que nos dice básicamente que a pesar de que cada quien sirve a la Iglesia de un modo distinto, el Espíritu que se nos ha dado a todos es solo uno.  Y finalmente el Evangelio, donde Jesús sopla y da el Espíritu Santo a los apóstoles dándoles el poder de perdonar los pecados.  La homilía dicha por nuestro parroco y no por el sacerdote visitante se centro en como el Espíritu Santo da dones a su iglesia y como constituye el nacimiento de la iglesia. Y como nuestra parroquia en particular cumplirá muy pronto 100 años de haber sido fundada.  Después de la misa hubo una recepción para celebrar este día tan especial y la diversidad cultural de nuestra parroquia.  A los que proclamamos se nos pidió ir vestidos según nuestra cultura, yo soy mexicana, y siempre había querido vestirme como mi etnia en este día, pero nunca lo había hecho, así que fue muy especial para mí el que me lo hayan pedido. Lleve una falda blanca larga de holanes y una camisa bordada de flores en el cuello, y mi hermana me hizo dos trenzas con listones rosas y blancos.  Pero no era la única, en la recepción había personas con atuendos africanos y por lo general mas atuendos mexicanos, y la señora que proclamo conmigo lucía los colores de Colombia y una flores en el cabello. El salón parroquial estaba decorado con banderas de varios países incluyendo por supuesto la bandera del Vaticano.  Y a lo largo de las paredes del salón parroquial se distribuyeron mesas con comidas de diferentes partes del mundo, había una con comidas de Centro America, de México, de Estados Unidos, de Filipinas, de África y de Estados Unidos.  Yo probé una tostada nicaragüense, un tamal mexicano, un platillo africano de arroz con carne, un tipo de papa dorada de honduras, un plátano dorado y una limonada rosa.  Claro esta que los platillos eran pequeñas muestras, lo que nos permitió a muchos disfrutar de mas de uno.  El entretenimiento empezó con una niña de unos seis años que se robo los aplausos y el corazón de los presentes a ritmo del “Waca, waca” de Shakira, y es que bailo como todo una profesional.  También hubo un baile de salsa por parte de  jóvenes de la parroquia, una señorita nos deleitó con bailes regionales de México con el ritmo marcado por aplausos, y una pequeñita tocó para nosotros con su violín, varias melodías.  Y esto fue después de la misa de 12:30 p.m, la misa en español a la que habitualmente asisto cada domingo, pero hubo celebraciones después de cada misa. En verdad el Espíritu Santo estuvo presente en esta celebración.

Pentecostés


En el día de Pentecostés la Iglesia Católica celebra su cumpleaños. En ese día recordamos la venida del Espíritu Santo a los apóstoles. Esta fecha, 50 días después de la Pascua se celebraba ya en la antigüedad como la fiesta de las semanas donde se entregaban los primeros frutos de la tierra a Dios y después paso a ser la celebración de la Alianza de Dios con su pueblo, pues ocurría en el día en que Dios entregó los Díez Mandamientos a Moisés en el monte Sinaí. Fue en este día que los discípulos de Jesús recibieron el don del Espíritu Santo y empezaron a hablar en idiomas distintos las maravillas de Dios. La gente que fue a presenciar que era lo que estaba pasando, los escuchó hablar en sus idiomas y estaban asombrados. Fue así que Pedro dio el primer discurso sobre Jesús empezando la labor de la iglesia de evangelizar a los pueblos, es aquí donde comienza la iglesia, con la evangelización de unas 3000 personas.

El Espíritu Santo es una de las tres Divinas Personas de la Santísima Trinidad. Es decir, es Dios Espíritu Santo. Nosotros profesamos que el Espíritu Santo es dador de vida, que proviene del Padre y del Hijo, que habló por los profetas y que Jesús nació de María Santísima por obra de El, el Espíritu Santo. Y así como habló por medio de los profetas en el Antiguo Testamento ahora actúa en la Iglesia. Es este Espíritu Santo que prometió Jesús a su Iglesia. El Espíritu Santo viene a nosotros el día de nuestro Bautismo, como prometió Jesús a sus apóstoles y nos sella con su unción el día de nuestra Confirmación. Es así como el Espíritu Santo reparte dones a su Iglesia cuyo cuerpo somos nosotros, cuya cabeza es Cristo y cuyo Espíritu es solamente uno. Así el Espíritu Santo reparte sus dones de sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Los frutos del Espíritu Santo son amor que es caridad, alegría que es también gozo, paciencia, bondad, mansedumbre, perseverancia, benignidad, templanza y generosidad. Los dones del Espíritu Santo van acompañados de siete virtudes: el don de sabiduría a la virtud de caridad, el don de inteligencia a la virtud de fe, el don de consejo a la virtud de prudencia, el don de fortaleza y valor a la virtud de fortaleza, el don de ciencia a la virtud de fe, el don de piedad a la virtud de justicia, el don de temor de Dios a la virtud de esperanza.

El siguiente es un resumen propio de los siete dones del Espíritu Santo en la Catequesis Sobre el Credo del Beato S.S. Juan Pablo II, cuyo contenido encontré en corazones.org El resumen en su mayoría son las propias palabras de el Beato S.S. Juan Pablo II o de corazones.org:


El don de sabiduría nos hace gustar de las cosas de Dios y vivirlas interiormente, asimismo el juzgar de las cosas humanas y a la creación con la mirada de Dios. Así, “el verdadero sabio (Sto Tomás) no es simplemente el que sabe las cosas de Dios, sino el que las experimenta y las vive “. El don de la sabiduría va unido a la virtud de caridad.

El don de inteligencia es una gracia por la cual podemos “comprender la palabra de Dios y profundizar las verdades reveladas”, “abre el corazón a la gozosa percepción del designio amoroso de Dios.” El don de inteligencia se es dado juntamente con la virtud de fe, que no solamente nos hace creer en Dios, sino también nos lleva a “la búsqueda con el deseo de conocer más y mejor la verdad revelada.”

El don de consejo “se da al cristiano para iluminar la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone”. “… el cual enriquece y perfecciona la virtud de la prudencia y guía al alma desde dentro, iluminándola sobre lo que debe hacer, especialmente cuando se trata de opciones importantes (por ejemplo, de dar respuesta a la vocación), o de un camino que recorrer entre dificultades y obstáculos”. “El don de consejo actúa como un soplo nuevo en la conciencia, sugiriéndole lo que es lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al alma”.

El don de fortaleza es la “fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral de la fortaleza. Para obrar valerosamente lo que Dios quiere de nosotros, y sobrellevar las contrariedades de la vida. Para resistir las instigaciones de las pasiones internas y las presiones del ambiente. Supera la timidez y la agresividad”. La fortaleza es la virtud que nos mantiene para no querer encontrar un camino que justifique el incumplimiento del deber (no ser honrados), en vez de eso, nos mantiene firmes en el propio deber. La timidez y la agresividad se dan si falta la fortaleza, hace a las personas tímidas con el poderoso y agresivas con el indefenso. “El don de la fortaleza es un impulso sobrenatural, que da vigor al alma no solo en momentos dramáticos como el del martirio, sino también en las habituales condiciones de dificultad: en la lucha por permanecer coherentes con los propios principios; en el soportar ofensas y ataques injustos; en la perseverancia valiente, incluso entre incomprensiones y hostilidades, en el camino de la verdad y de la honradez.”

El don de ciencia nos “da a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador”. “Gracias a ella -como escribe Santo Tomás-, el hombre no estima las criaturas más de lo que valen y no pone en ellas, sino en Dios, el fin de su propia vida (cfr S. Th., 11-II, q. 9, a. 4).” “Así logra descubrir el sentido teológico de lo creado, viendo las cosas como manifestaciones verdaderas y reales, aunque limitadas, de la verdad, de la belleza, del amor infinito que es Dios, y como consecuencia, se siente impulsado a traducir este descubrimiento en alabanza, cantos, oración, acción de gracias.” “Así. El hombre, iluminado por el don de la ciencia” descubre la distancia entre el y su Creador, especialmente cuando peca, ve la pena en su miseria que lo hace acercarse más a Dios, confiando plenamente en El y encontrando en el la alegría por “la necesidad de ese infinito que lo acosa”.

El don de Piedad “sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios y para con los hermanos”. La ternura para con Dios se manifiesta en la oración y nos hace pedir a Dios la gracia, ayuda y perdón dándonos una profunda confianza en Dios. La ternura para con los hombres se “manifiesta en la mansedumbre” y da “una nueva capacidad de amor hacia los hermanos“. El hermano piadoso mira a los demás como hijos del mismo Padre y los trata con fraternidad y amabilidad, pues los ve como parte de su misma familia, la iglesia. “…extingue en el corazón aquellos focos de tensión y de división como son la amargura, la cólera, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de comprensión, de tolerancia, de perdón. Dicho don está, por tanto, es la raíz de aquella nueva comunidad humana, que se fundamenta en la civilización del amor.”

El don de Temor de De Dios nos d a un “Espíritu contrito ante Dios, concientes de las culpas y del castigo divino, pero dentro de la fe en la misericordia divina. Temor a ofender a Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad. Sobre todo: temor filial, que es el amor de Dios: el alma se preocupa de no disgustar a Dios, amado como Padre, de no ofenderlo en nada, de "permanecer" y de crecer en la caridad (cfr Jn 15, 4-7).” Este temor nos da “un sentido de responsabilidad y fidelidad a su ley.” “Ciertamente ello no excluye la trepidación que nace de la conciencia de las culpas cometidas y de la perspectiva del castigo divino, pero la suaviza con la fe en la misericordia divina y con la certeza de la solicitud paterna de Dios que quiere la salvación eterna de todos”. “De este santo y justo temor, conjugado en el alma con el amor de Dios, depende toda la práctica de las virtudes cristianas, y especialmente de la humildad, de la templanza, de la castidad, de la mortificación de los sentidos.”

lunes, 6 de junio de 2011

Dios Existe


¿Tienes duda de que Dios existe? Una duda se siente cuando no se esta seguro de algo, cuando se debate un si y un no.  En esa duda cabe el si, si, el si.  Si estuvieras seguro no tendrías duda, estarías seguro que Dios no existe, así que puedes darte la oportunidad de explorar la posibilidad de que hay un Dios.  Los que no creen dicen que el hombre inventó a Dios.  Pero espera, explora la posibilidad de Dios.  Todo, absolutamente todo tiene un principio, y cada vez mas la ciencia se acerca a ese principio, el principio del universo en que vivimos.  Igual que las plantas nacen de una semilla, así nació el universo, tuvimos un principio. ¿Has oído hablar de la teoría del Bing Bang?  Básicamente dice que al principio del universo hubo una gran explosión, que de esa explosión nacieron las estrellas, los planetas, las galaxias.  Y hay laboratorios donde se recrean las condiciones de este principio, y se esta cada vez más cerca a afirmarlo.  ¿Y que papel juega Dios en la ciencia?  Si hay principio, tuvo que haber algo que comenzará ese principio.  Si, estas pensado lo mismo que yo, ¡Ese algo fue Dios! Dios, la perfección del bien, Dios, increado.  Si, Dios, en su infinito amor, tuvo un pensamiento y nos creo.  ¿Y es éste Dios el Dios del que habla la Biblia? Por supuesto, no creerás que el universo tuvo varios principios, el principio es solo uno, así mismo el principio de todo bien, incluyendo el universo es Dios, un solo Dios.  Pero, si hay un solo principio y un solo Dios,  en donde caben las tres personas de la Santísima Trinidad, es aquí donde comienza la fe, es un misterio insondable, pero si crees en éste Dios de la creación, entonces puedes recurrir a la Biblia.   Y es aquí, en esta Biblia,  donde puedes empezar a conocer a Dios, dice en Génesis 1:5:

  “En el comienzo de todo, Dios creó el cielo y la tierra. 2 La tierra no tenía entonces ninguna forma; todo era un mar profundo cubierto de oscuridad, y el espíritu de Dios se movía sobre el agua. Entonces Dios dijo: "¡Que haya luz!" Y hubo luz. 4 Al ver Dios que la luz era buena, la separó de la oscuridad 5 y la llamó "día", y a la oscuridad la llamó "noche". De este modo se completó el primer día.”

¿Lo ves? Al principio ya se encontraba el Espíritu de Dios.  Y Jesús, también, pues dice en Juan 1:1-5:

 “En el principio ya existía la Palabra; y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios. 2 Él estaba en el principio con Dios. 3 Por medio de él, Dios hizo todas las cosas; nada de lo que existe fue hecho sin él. 4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. 5 Esta luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no han podido apagarla.”

¿Lo ves? Esa Palabra, que era Dios, era Jesús.

En el primer día Dios, con infinito amor de Padre, hizo la luz.  En el segundo el cielo, el mar y la tierra.  En el tercero creo las plantas. En el cuarto, el sol, la luna y las estrellas.  En el quinto, los animales marinos y las aves.  En el sexto los animales terrestres.  ¡Y también a nosotros! ¡A su semejanza! por amor a Jesús, y por amor a nosotros, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.  Y es que un amor tan grande como el de Dios tenia que tener a quien amar, y que crees, por eso nos creo, para amarnos, para ser felices, para que creyéramos en El y tuviéramos vida eterna. ¿Y donde esta la felicidad plena? correspondiendo a ese amor que nos creo, ese amor que es Dios. ¿Lo ves? Nosotros no creamos a Dios, El nos creo a nosotros. Y en el séptimo día Dios vio que todo era bueno, descansó y bendijo éste día. ¿Y como puedes conciliar milenios con días? Dice la biblia en 2 Pedro 3:8 “8 Además, queridos hermanos, no olviden que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. 

viernes, 3 de junio de 2011

Primavera

La tierra renace
Sonríe floreciendo,
Despierta un botón.

“Hu di Xiao”:
“De pronto la tierra sonríe.”


Diente de León:
De pétalos amarillos a deseos que vuelan.





















Rosa:
Esparce su aroma y canta una canción.

Las Estrellas del Manto de la Virgen

El sábado pasado fui a un rosario en honor a la Santísima Virgen María, por el mes de Mayo.  El altar improvisado era modesto, una pequeña mesita de sala con el cuadro de la Santísima Virgen de Guadalupe, sobre el cual se asomaban flores artificiales las cuales a su vez estaban al pie de otra imagen de la Virgen de Guadalupe.  La imagen sobre la mesita era muy colorida, pero de donde yo estaba no alcanzaba a verla muy bien, solo alcanzaba a distinguir los colores y la imagen un poco borrosa.  Dentro de mí me quejaba pensado, en mi soberbia, que todo esto era demasiado sencillo, pensado que la imagen que yo veía, era la imagen que todos veían.  Sin embargo, me lleve una gran sorpresa y una gran lección de humildad, no solo por la humildad de la persona que nos guiaba en el rosario, pero por la majestuosidad e humildad con la que Dios bendijo esa imagen, pues los rayos de la tarde iluminaron las estrellas de su manto y destellaban realmente ante mis ojos.  La imagen aprendí, fue hecha por un reo y apenas tenia unos tres días en esa casa.  Al terminar el rosario me acerque a la imagen, arrepentida de mis pensamientos y cual fue mi sorpresa al verla llena de colores brillantes y su carita con el gesto amable de Nuestra Señora, me sonreí al ver la diamantina que tan bellamente reflejo los rayos de sol desde su manto. Estrellas que muestran el cielo del dia en que la Virgen de Guadalupe dejo su imagen plasmada en el allate de San Juan Diego.

Haz click aquí para un link que te llevará a unas imágenes de las estrellas y sus constelaciones en el manto de la Virgen y una explicación más profunda sobre su significado