viernes, 23 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!


Brilla una estrella en Belén
Al portal van los pastores
Cantan los ángeles Gloria
Nuestro Bien duerme en Belén.

Que repiquen las campanas
Nació nuestro Salvador
Un pequeñito que trae
Paz, alegría y bondad.

Que se acerquen los pastores
Los Reyes Magos también
Adoren al Niño Dios
Que ha nacido en Belén.

Contemplemos a Jesús
Que nos trae la Navidad:
Misterio de redención,
De amor, caridad y fe.

martes, 13 de diciembre de 2011

12 de Diciembre - Virgen de Guadalupe


El 12 de Diciembre es una fecha muy especial para todos los mexicanos.  Es el día en la Santísima Virgen María de Guadalupe, madre del verdadero Dios por quien se vive, quien se digno dejarnos su imagen en la tilma de San Juan Diego.  Este día trae especiales recuerdos de mi infancia, recuerdo mirar las mañanitas por televisión junto a mi familia en la víspera de la fiesta y al día siguiente ver los “matachines” o danzantes pasar por enfrente de mi casa camino a la capilla de la Virgen que estaba calle arriba.  Era también tradición en especial para mi familia llevarle su “cera” a la virgencita en la pequeña iglesia de una propiedad llamada “San Joaquín”.  Mi familia, se encargaba de comprar “la cera”, que son velas para que los lugareños ofrecieran a la virgen.  También se compraban juegos pirotécnicos para quemar durante lo que duraba la procesión.  Se formaba la gente en una fila desde la entrada de la propiedad y se les daban sus velas.  Caminábamos hasta el sencillo altar de la pequeña iglesia donde se encontraba una imagen de la Virgen de Guadalupe.   En una ocasión se nos dieron luces de véngala, no se si seria yo ó la persona que me llevaba de la mano, pero al llegar a la entrada de la iglesia las chispas de las luces de véngala cayeron accidentalmente en unos juegos pirotécnicos que yacían olvidados a un lado de la entrada, el juego o juegos pirotécnicos se prendieron, creo que solo fue uno y entró al interior de la iglesia que se cimbró al tocar este el techo, milagrosamente el juego pirotécnico a pesar de chocar varias veces contra las paredes de la iglesia no logro tumbarla ni hacerle daño a ninguna persona y salió por la puerta otra vez, después de dejar la iglesia llena de humo.  Esto lo sé por mi madre que se encontraba adentro de la iglesia y por mi padre que en ese momento se encontraba en el techo tocando la campana de la iglesia.  Yo, al escuchar el estruendo corrí lo mas lejos posible, recuerdo hasta unos nopales, tenia solamente unos cinco o seis años de edad.  Así que la virgencita nos hizo el milagro de que no pasara de un susto.  En esta y muchas otras ocasiones, después de rezar y cantarle a la virgen pasábamos a comer los antojitos mexicanos que los dueños del lugar preparaban para la gente.  Afuera algunas personas vendían dulces, artesanias y champurrado. Y enfrente de la iglesia los danzantes bailaban para la Virgen de Guadalupe en un espacio marcado por columnas adornadas con cedro.  Y así eran los 12 de Diciembre de mi infancia.