domingo, 17 de mayo de 2020

La Mandarina

Hay en el jardín trasero de mi casa, una mandarina, la cual dió sus primeros frutos el año pasado.  La plantó mi padre hace dos años, y cuando dió esos frutos mi padre ya se encontraba en la presencia del Señor.  Ingenua que soy, pensé que era un milagro que diera fruto.  Yo pasé la mayor parte del año, dentro de la casa, sin salir al jardín, hasta que un buen dîa mi hermana gritó que el árbol tenía "naranjas", pero son mandarinas.  Este año paso más tiempo en el jardín. Y empecé a regar la mandarina con la esperanza de volver a probar sus frutos, no tan seguido como debiera.  Hasta que un dîa descubrí pequeñas esferitas verdes, casi imperceptibles.  Y entonces, al pasar de los días la mandarina me da lecciones de vida.  Un día la miré y noté que algunos frutos habían caído de las ramas.  El árbol está a la altura de mi vista, un metro y algunos centímetros.  Así que lo regué un poco más que de costumbre.   Unos días pasaron.  Las esferitas han crecido, algunas han caîdo, y le han brotado nuevos frutos.  Y entonces pregunté que tan seguido se debe regar.  Alguién me dijo que por lo menos tres veces a la semana.  Yo lo hago solo los fines de semana.  Tendré que esforzarme más.  Y entonces recordé como mientras yo sufría la muerte de mi padre, mi hermana me decía: saldré a regar las plantas.  Así que fue gracias a su dedicación que yo pude saborear las mandarinas de ese árbol que plantó mi padre.  Y pensaba que así es nuestra alma, hay que regarla y abonarla, para que las flores se conviertan en frutos.  Seguir regando para que los frutos crezcan y maduren antes que caigan por falta de riego.  Y recordé la parábola del viñador.  Es Jesús quién no se cansa de cuidar de su viña, como dice un canto nos pide frutos de amor.  Debemos dejar que Él trabaje en nuestro jardín, para que los frutos no caigan antes de tiempo.  Para que nuestra fe obre frutos, con el ejemplo, con el consejo, con la caridad.  Frutos de fe, esperanza y amor.  Recuerdo ahora como Eduardo Verástegui convocó a 50,000 personas a rezar juntos el rosario a través de su canal de you tube y de su página en facebook.  Meta que fue superada por la bondad de Dios.  Ahora pide y espera lograr la meta de un millón de almas rezando al unísono por su facebook y you tube el 31 de Mayo, para cerrar el mes del rosario a la una de la tarde hora de México.  Ahora recuerdo porque empecé a regar la mandarina: un día la encontré floreciendo.  Ojala y nuestras vidas florezcan y den mucho fruto.  Y con la gracia de Dios éste 31 de Mayo llenemos el cielo de millones de rosas por cada Ave Marias para la virgencita.  Están invitados.

Aquí está el enlace a la página de youtube de Eduardo Verástegui: Eduardo Verastegui TV