domingo, 3 de noviembre de 2013

Sabiduria 11, 22-12, 2

1ra Lectura del XXXI Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C:




Lectura del libro de la Sabiduría (11, 22:26 y 12, 1:2)

Señor, el mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra. Tú te compadeces de todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los hombres para que ellos se conviertan.

Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo habrías creado.

¿Cómo podría subsistir una cosa si tú no quisieras? ¿Cómo se conservaría si no la hubieras llamado?

Pero tú eres indulgente con todos, ya que todo es tuyo, Señor que amas la vida, porque tu espíritu incorruptible está en todas las cosas. Por eso reprendes poco a poco a los que caen, y los amonestas recordándoles sus pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor.


Mi comentario:

Hoy escuché esta lectura de la Biblia en misa, y debo confesar que poco antes de que empezara la misa, la leí.  Y me quede maravillada.  En palabras tan bellas, tan poeticas, se nos revela un Dios que nos ama tanto que dice aquí no dudo en crearnos, nos amó desde el principio a pesar de nuestras transgresiones, de nuestros pecados.  Dice la lectura que somos apenas como una gota de rocío, o un grano de polvo ante los ojos de Dios.  El ve en nosotros lo que podemos ser, pues nos ha creado a su imagen, por eso tan solo nos reprende como un padre hace con sus hijos, para que nos convirtamos, para que nos arrepientamos y volvamos a El, como esa imagen en la que nos creo y que es perfecta en Cristo Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre.  Jesús, nos muestra a éste Dios compasivo, pues vino a "curar" a los pecadores, a darnos una nueva vida, una nueva forma de vivir, de ver el mundo, a nuestros semejantes. El es la imagen de Dios, de un amor que se compadece de todos y desea la salvación de todos, que permite nuestra caida para ayudarnos a levantarnos y a mostrarnos un camino más seguro por el que no tropezaremos. Un camino de la mano de Jesús.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario