La Santisima Trinidad

 

Hoy celebramos la Solemnidad de la Santisima Trinidad.  Nos recordaba el sacerdoote que cada vez que hacemos la señal de la cruz, estamos siendo testigos y expresando nuestra fé en la Santisima Trinidad pues decimos "en el nombre del Padte, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén."  Esto mientras formamos una cruz con la mano de la frente al ombligo y luego del hombro izquierdo al hombro derecho.  La Santisima Trinidad, nos dijo, vive en una armonîa de amor.  Pues Dios es Amor.  Nosotros al ser creados a imagen de Dios, osea, de la Santisima Trinidad, debemos vivir como la Santisima Trinidad.  Es decir, vivir en el amor, recuerdo ahora las palabras de Jesús que pidió al Padre que los que creemos en El seamos uno, como ellos son Uno.  Tambien dice Jesús que si alguien lo ama guardará su palabra y Ellos vendrán a vivir en el (ella). Pues si amamos a Jesús nuestra vida misma será transformada por el amor de la Santisima Trinidad y ese amor será la fuente de amor que nos llevé a amar a nuestros semejantes, a hacer el bien y por amor a Jesús a cumplir los mandamientos de la ley de Dios. Y así gozaremos un poco de lo que nos espera en el cielo: el amor de Dios.  Aunque Dios siempre ama, siempre, en todo momento, solo que no nos damos cuenta de cuan grande es ese amor divino.

Crece Cristiano

Mira oh cristiano, la preciosa planta

cuando tocando con su tallo el suelo

va creciendo, creciendo y se levanta

cual si quisiera remontarse al cielo.

Mira en su nido al tímido polluelo

cuando apenas batir sus alas puede

mas crece y crece hasta un día en que

se atreve desafiar a las nubes con su vuelo.

Mira nacer tranquilo y rumoroso

al cristalino y plácido arroyuelo

que se convierte atravesando el suelo

en un río potente y caudaloso.

Mira al sol asomar por el Oriente

con una débil luz, radiante, bella

que va cambiando su fulgor de estrella

en lumbre diamantina y refulgente.

Y tú que tienes vocación tan santa

de vivir junto a Dios allá en el cielo

tú tienes que crecer como la planta

tú tienes que crecer como el polluelo.

TÚ tienes, como el sol, que ser ardiente,

iluminando ninando con tu luz el mundo

como el arroyo que en el mar profundo

vuelto en río desagua dulcemente.

Crece cristiano, crece, es tu tarea,

mira crecer a toda la natura;

tú tienes que llegar a la estatura

del inmenso Rabí de Galilea.

José María Castillo.

Hija de Dios - Veronica Sanfilippo

 

Del polvo nos formaste 

A tu imagen nos creaste 

 Con tu soplo vida nos diste Señor 

Una tierra nos regalaste 

Por tu amor incomparable 

Pero nuestro pecado nos alejo 

 Y su amor nos perdonó 

 A la tierra a su hijo envió 

Que en la cruz por nosotros se entregó 

Pero tres días después resucito 

Con tu entrega nos salvaste 

Vida eterna nos regalaste 

Asombrosa es tu gracia señor 

No me juzgas por mi pasado 

Porque siempre fuiste a mi lado 

Esperando que te abra mi corazón

 Y su amor de colores me lleno 

Una luz mi camino alumbró 

Ahora puedo ver, sola no estoy

Porque yo soy hija de Dios 

Una nueva vida me has dado 

Al mostrarme tu llamado 

Quiero ser tu instrumento por siempre Señor 

Y aunque un mundo me invite a dejarlo 

Y el camino se vuelva pesado 

Buscaré descubrirte en cada corazón 

Porque su amor de colores me lleno 

Una luz mi camino alumbró 

Ahora puedo ver, sola no estoy 

Porque yo soy hija de Dios

Solo Dios

 

Solo Dios

Solo Dios

En tus atrios Señor quiero estar

Tú mi Tesoro y Porción

Mi Delicia, Señor

Mi Pensamiento

Mi Fortaleza, mi Vida, mi Dios, y mi Todo

Alma mía

No busques nada más

Para ti

Basta Dios

Y solo Dios

Alma mía

No busques nada más

Para ti

Basta Dios

Y solo Dios

Diario 3 de Abril, 2008

 Dios, Dios nos bendijo ayer con un día hermoso, pudimos ver mi hermana y yo, la dedicaciôn de la co-catredal del Sagrado Corazón de Jesús.  Fue solemne, una celebración pura de principio a fin, solemne y muy signoficativa, sobre todo por las reliquias y por todo, todo, todo me pareció tan bello, estaba muy emocionada, aunque no tanto como mi hermana que lloró al saber que entre las reliquias estaba un pedazo de la cruz en que Jesús dió la vida por nosotros.  "Yo amo la cruz", exclamó emocionada, yo también, pero no se lo dijé.  "Si no hubiera Cruz", dijo, "no habría salvación para mi".

Mamá María

Este domingo fue el día de las madres en Estados Unidos y el lunes en México.  Esto afectó mi estado de ánimo y he estado un poco triste estos dias.  El domingo después de misa, fui con mi hermana al cementerioa visitar a mi madre y a mi padre.  Recordé la vez que me recosté en el pasto para sentirme cerca de ella.  Yo sé que ahí solo reposa su cuerpo, su alma debe estar ya en cielo.  De todas maneras siempre que rezo el rosario pido por ella y por mi papá.  Por un momento traté de convencerme que tal vez habia bajado a nuestra visita y que estaba junto a mi.  Ya en mi casa leí los "posts" que he escrito sobre la Virgen María, en el día de la madres.  Estaba tan triste que no pude felicitar a nadie ese día, me limité a publicar una imagen en facebook que alguien más ya habia publicado.  Es una imagen de la Virgen María y Jesús, en concreto, una escena de la pelicula "La Pasión de Cristo".  Y dice "tan especiales son las madres, que hasta Dios quizo tener una".  Y pensé que si las madres son tan especiales, más especial es la madre de Dios.  Y es verdad, que ella nació sin la culpa original, y también que solo un vientre virginal podría albergar al hijo de Dios.  Me molesta que los hermanos separados o protestantes insistan tanto en la "no virginidad" de María.  Y esto por lo que dice la biblia de los "hermanos" de Jesús.  Esto porque en aquellos tiempos se les llamaba así a los parientes, asi que pudieron haber sido primos o tíos: parientes.  Recuerdo también haber escuchado a un pastor más sensato que dijo  que si quieres caerle bien a una persona no vas a hablar mal de su mamá y el dijo no hablaría mal de la madre de Jesús.  En alguna parte leí que los protestantes han olvidado que Martin Lutero, que fue el primero que se separó de la iglesia católica, creía en este dogma de fe.  Claro que han pasado muchos siglos y ahora hay muchas denominaciones y creencias, no tan solo la luterana.  Pero Jesús es el mismo Jesús de hace 2000 años y su madre sigue siendo la inmaculada Virgen Marîa.  Es una gran bendición el estar junto a nuestras madres: consientalas todos los dias, todos.  Y no se olviden de nuestra madre celestial: la Santisima Virgen María.

El Confesionario

Hace dos semanas fui al confesionario. Fue una prueba de humildad, pero también de confianza en la misericordia de Dios. Yo a veces peco de inocencia, (me perdone Dios por la expresión), pero esta vez tenía la duda de lo que el sacerdote podría decirme. Lloré. Soy consciente de que Jesús nos espera en el confesionario. Y allí me di cuenta de cuánto nos ama. No escuché un reproche, sólo palabras de consuelo. No me pidieon que escalará una montaña para ir a buscar mi perdón.  No... la absolución estaba allí, de Jesús por medio del sacerdote a esta indigna sierva suya. Jesús mismo le dijo a Santa Faustina que aunque nuestros pecados fueran como los granos de arena en la tierra, todo se hundiría en el abismo de su misericordia. No tengas miedo, ten confianza en la bondad y misericordia de Dios.  Anda al confesionario.  No se cual sea la situación en tu pais y si tengas la posiblidad de confesarte, pero rezo por ti y por el fin de la pandemia.

El Regreso

Al inicio de la pandemia y de la cuarentena, no había misas públicas.  Asi que solo asistía a misa cuando era mi turno o me llamaban para proclamar alguna lectura.  Solo estabamos a lo mucho diez personas incluyendome a mi y a los encargados de transmitir la misa por el internet. Cuando las autoridades permitieron que asistiera gente a misa, pero reducido el porcentaje de los feligreses, decidí que seguiría asistiendo solo a proclamar la lectura.  Eso hace unos pocos meses.  Más dentro de mi y por el stress del encierro involuntario, algo dentro de mi se fue apagando.  Seguía las transmisiones de las misas de mi parroquia por you tube, pero ya no era lo mismo.  Comenzé a extrañar aún más la misa, sobretodo la Eucaristía.  Algo me hacía falta: era mi encuentro con Jesús.  Pero hace un mes me vacuné contra el Covid 19.  Y contemplaba la idea de regresar a misa.  Me di cuenta de lo mucho que necesitaba, que necesito a Jesús, a Dios Padre, al Espíritu Santo.  Hoy, fue mi primer domingo en medio de la congregación.  Al llegar me indicaron donde debía sentarme.  Ya en mi lugar me hinqué para rezar un poco y darle gracias a Dios.  Antes de que empezara la misa el coro ensayó algunos cantos con nosotros.  Y Dios reafirmó mi confianza.  El primer canto que ensayamos fue "Nada te turbe".  Estaba tan féliz.  Volví a sentir esa paz, bueno, ya la sentía cuando asistîa a misa antes, pero fue distinto, fue como si Jesús me daba la bienvenida.  Ojala y pronto terminé ésta pandemia y todos podamos reunirnos en la casa del Señor, ya sin mascaras y sin tantas restricciones.  A mi me da mucha alegría pensar que volveré a recibir a Jesús cada domingo.  Bendito sea Dios!