Por lo general prefiero no hablar de mi vida personal en este blog. Sin embargo, tendré que hacer una excepción. He tenido una pequeña crisis existencial por mi vestimenta este domingo. Resulta que he perdido un poco de autoestima por un problema personal. Y traté de sentirme "bonita" vistiendo un vestido de encaje rosa. No era corto, apenas sobre la rodilla, flojo, no ajustado de corte imperio. A mi pensar no mostrava tanto el pecho, a juzgar por mi imagen en el espejo, así que me conforme con eso y decidí asistir así a misa. Me solté el pelo, que casi siempre tengo sostenido en un cola de caballo y me maquillé. Me sentía "bonita". Llegando a la iglesia, me arrodillé como es mi costumbre y miré hacia el altar. Y vi el Sagrario. Fue como un balde de agua fría. "Esta aquí, Jesús esta aquí" pensé y me sentí tan mal que me dispusé a pedir perdón a Jesús por mi atuendo. Como este domingo celebramos la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, reservaron una banca detrás nuestro para algunos miembros de los Adoradores Nocturnos. Yo estaba sentada en la primera fila. Y llegaron los adoradores, entre ellos, dos mujeres. Vestían pantalones negros, blusa blanca y un bello velo blanco. Además de pena por mi atuendo, me dio mucha vergüenza haberme presentado así en la iglesia, después de verlas. Después del domingo, leí un artículo en facebook sobre como algunas mujeres estan vistiendo velo en la iglesia. Leí algunos comentarios. Entre ellos uno que me pareció muy sensato. Una mujer, que, en efecto, usa el velo cuando asiste a misa. Sin embargo, escribió que cada uno de nosotros, o nosotras (en este caso) tiene su propio camino espiritual y no todas estamos en el mismo tramo del camino. Así que está bien usar velo, como no usarlo. A pesar de eso, al ver el Sagrario, me di cuenta, que tenemos que mostrar respeto por nuestro anfitrión: Jesús. Decía la mujer que escribió el comentario que solo usa velo delante de Jesús. En mi caso, en este momento de mi vida, he recuperado el pudor, que tal vez perdí el domingo, aunque confieso que por lo general trato de vestir lo más discreta posible. Recuerdo que en mis años veinteañeros solía pensar que Dios me amaba así como yo era, con mis blusas rosas ajustadas, mis jeans y mis minifaldas (estás últimas solo las use mi último año para despedir los veintes, pero nunca en la iglesia). La vestimenta siempre ha estado entre mis preocupaciones, tanto que era un tema cuando me pedían dar algún testimonio. Ayer lloré, lloré por el vestido del domingo y porque así como Dios me amó a traves de los años, también yo debo de mostrar mi amor, empezando por respetarlo, ya que, si Dios Hijo, Jesús, se encuentra presente en la Ostia Consagrada, es verdad también que Dios está en todas partes. Así que trataré de mostrarle respeto lo mejor que pueda. Y este es mi muy humilde sentir sobre como vestir para la misa.
Aroma de Luz...La Tierra Sonríe Floreciendo...
martes, 21 de junio de 2022
El Velo
jueves, 16 de junio de 2022
iVivir de Amor! Santa Teresita del Niño Jesús.
miércoles, 15 de junio de 2022
La Vida
Por qué estamos aquí? Es una pregunta que en algún momento de nuestra vida cruza nuestra mente. En estos tiempos modernos encontramos muchas respuestas en las redes sociales. Sin embargo hay una verdad fundamental y la cual nunca he olvidado: estamos aquí por amor. Dios en su infinito amor quizo amarnos, quizo crearnos para compartir su alegría y su amor con nosotros. Dios, siendo amor, necesitaba a quien amar: su respuesta fuiste tú y yo. Nuestra propia existencia es una prueba del amor de Dios. Y como fuimos creados a su imagen y semejanza, el amor es nuestra gran misión en esta vida. Debemos corresponder a ese amor divino. Como leía hace un momento en un catecismo para jóvenes debemos en esta vida amar y conocer a Dios, y hacer su voluntad. Pero no podemos amar lo que no conocemos, por eso es necesario buscar nuestro entendimiento de Dios. Leía en otro catecismo que el hombre puede conocer a Dios a traves de si mismo. Es decir, al estar hechos a semejanza de Dios virtudes ó perfecciones como la verdad, la bondad, la belleza nos hablan de Dios. La naturaleza misma en su esplendor nos grita que fue creada por Dios. El ser hunano, dice el catecismo, viene de Dios y va hacia Dios. Para eso envió a su hijo Jesucristo, para mostrarnos el camino de regreso a nuestro creador. Mi resumen sería estamos aquí para amar y servir a Dios en nuestros semejantes. Enseguida les dejo el resumén de la primera parte del catecismo que ha publicado el vaticano en su sitio web.
"Resumen
44 El hombre es por naturaleza y por vocación un ser religioso. Viniendo de Dios y yendo hacia Dios, el hombre no vive una vida plenamente humana si no vive libremente su vínculo con Dios.
45 El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, en quien encuentra su dicha."Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, no habrá ya para mi penas ni pruebas, y mi vida, toda llena de ti, será plena" (San Agustín, Confessiones, 10,28,39).
46 Cuando el hombre escucha el mensaje de las criaturas y la voz de su conciencia, entonces puede alcanzar a certeza de la existencia de Dios, causa y fin de todo.
47 La Iglesia enseña que el Dios único y verdadero, nuestro Creador y Señor, puede ser conocido con certeza por sus obras, gracias a la luz natural de la razón humana (cf. Concilio Vaticano I: DS 3026).
48 Nosotros podemos realmente nombrar a Dios partiendo de las múltiples perfecciones de las criaturas, semejanzas del Dios infinitamente perfecto, aunque nuestro lenguaje limitado no agote su misterio.
49 "Sin el Creador la criatura se [...] diluye" (GS 36). He aquí por qué los creyentes saben que son impulsados por el amor de Cristo a llevar la luz del Dios vivo a los que no le conocen o le rechazan."