miércoles, 15 de junio de 2022

La Vida



Por qué estamos aquí? Es una pregunta que en algún momento de nuestra vida cruza nuestra mente.  En estos tiempos modernos encontramos muchas respuestas en las redes sociales.  Sin embargo hay una verdad fundamental y la cual nunca he olvidado: estamos aquí por amor.  Dios en su infinito amor quizo amarnos, quizo crearnos para compartir su alegría y su amor con nosotros.  Dios, siendo amor, necesitaba a  quien amar:  su respuesta fuiste tú y yo.   Nuestra propia existencia es una prueba del amor de Dios.  Y como fuimos creados a su imagen y semejanza, el amor es nuestra gran misión en esta vida.  Debemos corresponder a ese amor divino.  Como leía hace un momento en un catecismo para jóvenes debemos en esta vida amar y conocer a Dios,  y hacer su voluntad.  Pero no podemos amar lo que no conocemos, por eso es necesario buscar nuestro entendimiento de Dios.  Leía en otro catecismo que el hombre puede conocer a Dios a traves de si mismo.  Es decir, al estar hechos a semejanza de Dios virtudes ó perfecciones como la verdad, la bondad, la belleza nos hablan de Dios.  La naturaleza misma en su esplendor nos grita que fue creada por Dios.  El ser hunano, dice el catecismo, viene de Dios y va hacia Dios.  Para eso envió a su hijo Jesucristo, para mostrarnos el camino de regreso a nuestro creador.  Mi resumen sería estamos aquí para amar y servir a Dios en nuestros semejantes.  Enseguida les dejo el resumén de la primera parte del catecismo que ha publicado el vaticano en su sitio web.


"Resumen

44 El hombre es por naturaleza y por vocación un ser religioso. Viniendo de Dios y yendo hacia Dios, el hombre no vive una vida plenamente humana si no vive libremente su vínculo con Dios.

45 El hombre está hecho para vivir en comunión con Dios, en quien encuentra su dicha."Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, no habrá ya para mi penas ni pruebas, y mi vida, toda llena de ti, será plena" (San Agustín, Confessiones, 10,28,39).

46 Cuando el hombre escucha el mensaje de las criaturas y la voz de su conciencia, entonces puede alcanzar a certeza de la existencia de Dios, causa y fin de todo.

47 La Iglesia enseña que el Dios único y verdadero, nuestro Creador y Señor, puede ser conocido con certeza por sus obras, gracias a la luz natural de la razón humana (cf. Concilio Vaticano I: DS 3026).

48 Nosotros podemos realmente nombrar a Dios partiendo de las múltiples perfecciones de las criaturas, semejanzas del Dios infinitamente perfecto, aunque nuestro lenguaje limitado no agote su misterio.

49 "Sin el Creador la criatura se [...] diluye" (GS 36). He aquí por qué los creyentes saben que son impulsados por el amor de Cristo a llevar la luz del Dios vivo a los que no le conocen o le rechazan."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario