Paz

2018

Ojala que mis dias
Se queden blancos
No por monotonia
Sino de paz
Signo de gracia
Y de Tu bondad.

Deber Cotidiano

Debo amar al Señor mi Dios

con todo mi corazón,

con toda mi mente,

con toda mi alma,

y debo amar a mi prójimo

como Dios me ha amado a mí,

para poder ser feliz

con El en el Paraíso..

por toda la eternidad.

Décadas Dedicadas, Universal Living Rosary Association, A Jesús por María, Pg. 3, Mayo 13 de 1997.

Brilló mi Dios!

Ya lo habian anunciado los profetas,

Entre la oscuridad brilló gran luz

Un niño pequeñito nos nació,

De virgen pura en pueblo de Belén.

Dios bajó a dormir en un pesebre,

Desde pequeño sufre por mi amor,

Pues por amor a todos ya nació

Para salvarnos y alejarnos del pecado.

No quizo El nacer en un palacio,

Entre reyes, princesas y satin,

El quizo ser humilde y enseñar

Que lo que triunfa siempre es el amor.

Adorenlo pastores, adoremoslo,

Adoremoslo tú y también yo,

Al Niño Dios que habita entre nosotros,

Que por siempre vive y reina con su amor.

Pues el siendo tan grande

Se hizo pequeño

Para habitar aqui en mi corazón,

Con el nombre sobre todo nombre,

Reine por siempre

Jesús, mi Salvador.

Nació Jesús,

Nació el Emmanuel,

Dios con nosotros,

Ilumina mi ser.

Caminemos al Encuentro del Señor

Misericordia de Dios y gracia recrea en el hombre la comunión con el divino.  Esta reconciliación entre el hombre y Dios está ya simbolizada por Cristo mismo, el Hombre-Dios que nace en Navidad.  Un prodigio de amor, porque solo el amor puede hacer posible la unión de dos naturalezas tan diferentes.  Tomados por el estupor de esta maravilla, agradecidos por este regalo que viene de veras de lo alto, pero que acepta ofrecerse en la manera más humana posible, dejemos que prevalezca la apertura del corazón, dejemos que sea justo este Niño quien nos reconcilie con Dios (2 Cor. 5:20).  Comprendamos que solo el amor está en grado de salvarnos, curarnos, pacificar.  Que solo el amor puede llevar al hombre a la plena realización de si mismo, a la plenitud, a cumbres quizás nunca imaginadas.  Veamonos con los ojos objetivos de quien sabe reconocerse imperfecto, pecador, y por eso necesitado del amor de Dios que renueva.  La humildad es siempre el primer paso para acercarse a Dios y para reconocerlo.  Dios mismo lo demuestra, porque El al principio se nos presenta humilde, simple, pobre. . .No debe haber miedo a un Dios así, que parece que quiere, a toda costa, hacerse más amable, para suscitar nuestro interés.

Traducido de Novena di Natale

Oh Ven, Oh Ven, Emmanuel

El Adviento de María

Me he estado preguntado como vivió María su adviento.  Y como escribiendo pienso mejor empezé a escribir aquí.  Primero, María tuvo confianza y más que confianza fe en las palabras que le comunicó el angel y que venian de Dios.  Ella creyó que sería madre del Emmanuel, del Dios con nosotros, creyó y ofreció su fiat que cambió el rumbo de la historia.  Así que para esperar a Jesús, para esperar la Navidad, tenemos primeramente que creer que Dios se hizo hombre. Y tenemos que tener confianza en Dios a pesar de todo, María confió a pesar de lo que su Si implicaba, no paro a pensar lo que occurriría, confió y dijo Si a la voluntad del Señor.  María, la Virgen María, no fue pasiva, a pesar de su embarazo fue a visitar a su prima Isabel, a ayudarla.  Y fue capaz de transmitir su gozo al bebe en el vientre de Isabel.  Igualmente nosotros no debemos quedarnos inmobiles ante la venida de Jesús, debemos transmitir nuestra alegría cristiana a los demás, llevar a Jesús a quien lo necesita, ofrecer ayuda, consuelo, consejo, alegría.  Parece que la Biblia no nos habla mucho de María, pero el angel la llamó "llena eres de gracia", quiza nosotros no alcanzaremos el nivel de gracia de María, que fue concebida sin pecado original, pero igualmente debemos aspirar a un estado de gracia para recibir a Jesús esta Navidad.  El color morado que vemos en las iglesias ésta temporada de adviento es un signo de penitencia.  Y muchos feligreses además de los sacerdotes suelen llevar vestimentas de éste color a la misa.  Hagamos pues penitencia de nuestros pecados, confesémonos y preparémonos para recibir dignamente a Jesús esta Navidad y celebrar su nacimiento con fe renovada, alegría y aceptando la voluntad de Dios, que en ésta época es el que Jesús nazca y permanezca en nuestros corazones, no solo durante la Navidad, pero a lo largo de nuestra vida.

Pastor de Israel

Dios Inmortal y Todopoderoso

Tú eres la fuente de toda consolación

Y fuente de nuestra salvación.

Tú has salvado a tu pueblo 

del desierto,

Los has reunido como corderos 

en tu regazo.

Y los has alimentado con el cuidado de una madre.

Nivela dentro de nosotros todo lo que el pecado

 ha escarpado:

Toma los caminos torcidos de nuestros corazones y 

enderezalos.

Que nuestros corazones arrepentidos vuelvan 

a Ti y

En la venida de tu Hijo, sean encontrados

 ansiosos de recibirlo

Para que, en celebración alegre,

Tu pueblo elegido pueda decir:

"¡Aquí está tu Dios!"

A través de nuestro Señor Jesucristo
Amén.

Note: Traducido del inglés, impreso en el boletin dominical de mi parroquia, no se quien es el autor.