miércoles, 15 de septiembre de 2021

Confesión

 


Tengo cerca de un mes que no asisto a la misa por motivos personales.  Quisiera regresar y recibir a mi amadisimo Jesús una vez más.  Ya he escrito aquí antes que Jesús es quien me mantiene luchando para sobrevivir los altibajos de la vida.  Pero primero tengo que preparar mi alma para recibirlo dignamente.  Para eso es necesario hacer un buen examén de conciencia.  Ya nos dice la Biblia que el que dice que no tiene pecado es un mentiroso y que todos necesitamos de Jesús y su misericordia, pues todos hemos pecado.  Disculpen que no recuerdo los versiculos.  Una buena forma de examinarnos es recordando los diez mandamientos de la ley de Dios.  Primero: "Amarás a Dios sobre todas las cosas.  No tendrás otro Dios más que a mi."  Y preguntarnos si pusimos nuestra confianza en algo fuera de Dios: en los hombres, en el dinero, en los espiritistas, en nuestra propia inteligencia, en la drogas, etc. Segundo: "No tomarás el nombre de Dios en vano".  Que es lo mismo a respetar su nombre y no usar a Dios para engañar a los demás o no prometer cosas a Dios que después no cumplimos.  Tercero: "Santificarás loa días festivos".  O preguntarnos si faltamos a la misa dominical por motivos superfluos o sin importancia.  Recordemos que también hay fiestas de guardar que a veces no son en domingo.  Cuarto: "Honrarás a tu padre y a tu madre".  Recordar si les faltamos el respeto a nuestros padres, si los preocupamos por portarnos mal, si los desobedecimos, si no vivimos de acuerdo a sus enseñanzas, etc.  Quinto:  "No matarás".  Creo que éste no necesita explicación, aunque en algún lugar leí que tampoco debemos "matar" las ilusiones, la autoestima o los sueños de los demás con nuestras palabras.  Es decir, no debemos maldecir ni ofender a los demás con nuestras palabras.  Sexto: "No cometerás adulterio.  No fornicarás". O lo que es lo mismo no tendrás actos sexuales fuera del matrimonio o con personas casadas que no esten casadas contigo.  Septimo: "No robarås".  Osea que no tomarás cosas que no te pertenecen.  Octavo: "No darás falso testimonio contra tu prójimo ni mentirás."  No inventarás mentiras ni divulgaras chismes de otras personas.  Noveno:  ""No consentirás pensamientos ni deseos impuros".  Osea que no caerás en pecados contra la pureza de tu cuepo o de tu mente.  Décimo: "No desearás la mujer de tu prójimo.". Ó su esposo, o sus bienes o nada que le pertenezca.  Recordemos también que se peca de pensamiento, palabra, obra y omisión.   Preguntemonos si dejamos de lado la oportunidad de hacer el bien a alguien, si faltamos contra nuestro prójimo en nuestro pensamiento, si sentimos envidia, ira, pereza (holganezerîa), si nos sentimos superiores a los demás, si exageramos la cantidad de nuestros alimentos, si dimos paso a la lujuria, si hicimos el mal contra nuestro prójimo., si descuidamos nuestra salud.   No debemos sin embargo abatirnos y perder la esperanza por los pecados cometidos.  Jesús misericordioso nos espera en el confesionario y si nuestro arrepentimiento es sincero nos perdonará y dejará nuestra alma tan blanca como la nieve.  Nos dice San Alfonso María de Liguori que debemos dar gracias de no caer tal vez más veces y aceptar nuestras faltas, que si caemos es tal vez para que no crescamos en soberbia.  Somos humanos y Dios es misericordioso con nosotros.  Actuemos de igual manera con nuestros semejantes.

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