Hoy fui a confesarme. Fui con la convicción de dejar ahí todos mis pecados y no volverlos a cometer. Y recibí la gracia del perdón por medio del sacerdote. Le pedí tanto a Dios que me de la gracia de no volver a caer. Y el Padre me dió varios consejos. No sé, pienso que ésta vez es un verdadero comienzo, ya no quiero ofender más a nuestro Señor. Se que es posible que a pesar de todo vuelva a caer, pero voy a dar batalla, voy a luchar, y rezar y pondré toda mi confianza en Dios. Adelante, si se puede, tu también puedes, todo con la gracia de Dios! Ya lo dijo a San Pablo y lo repite a nosotros: Te basta mi gracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario