lunes, 16 de septiembre de 2024

Nervios

 Deben de saber que como humana que soy a veces cometo errores.  Este domingo pasado fue mi turno para leer después de tres largos meses.  Antes de empezar la misa, la coordinadora se me acercó para darme instrucciones de como proclamar porque me dijo que hay dos lectoras nuevas y les pidió que se fijaran en nuestra proclamación.   Así que como sabía que hiba a estar siendo observada me puse un poco nerviosa.  Tanto que al levantarme para leer, me santigue mentalmente, no hize el signo de la cruz.  Esto me puso aún más nerviosa y al llegar al centro de la iglesia, desde donde se hace reverencia al Santisimo Sacramento en el Santuario, pues mi mente se pusó en blanco y me preguntaba por un par de minutos si se hacia reverencia ó no, olvidando a quien tenía enfrente: al mismisimo Jesús Sacramentado.  Todo por los nervios, así que seguí caminando y cuando hiba al primer escalón para subir al altar hice una pausa y me parece que mire hacia abajo, lo que pudo interpretarse por los presente como una reverencia, pero que no fue.  Ya en el ambón proseguí con mi lectura como la había practicado y avergonzada, por mi falta de reverencia, así que puse atención en hacer reverencia después de la lectura y después del salmo.   No se como me ganaron los nervios.  Deben saber que yo acostumbro a decir en mi mente a Jesús "Aquí estoy Señor para hacer Tu voluntad" cuando hago la reverencia antes de subir al altar.  Le pide perdón a Jesús por mi falta y le pedí que no me vuelva a pasar.   Lo que son las cosas, el salmo de la lectura de hoy es precisamente éste salmo:  "Aquí estoy Señor, para hacer Tu voluntad."  como si Dios quisiera recordarme porque es  que proclamo los domingos y a quien debo reverencia.  Bendito sea Dios, esperemos y no se repita.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario