Este domingo fui a misa, como cada domingo. Confieso que me he sentido un poco deprimida por cosas de la vida. Sin embargo, Jesús tenía palabras para mi de consuelo y de conforto:
"Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera"
Nos decía el Padre que el yugo es un pedazo de madera que se les pone a los bueyes, para que juntos jalen del arado. Es decir, que nosotros al tomar el yugo de Jesús, es para que El nos ayude a cargar con nuestras preocupaciones. Me hizo recordar un poema que escribí hace años comienza así "se puede ser feliz en el dolor, sé que es posible". Pues si vamos de la mano de Jesús, si vamos de su lado no habrá problema que nos agobie tanto como para llevarse nuestra esperanza. Recuerdo ahora una frase de un psicólogo que escucho por la radio: el problema no son tus problemas, el problema es como afrontas tu el problema. Algo así no recuerdo bien. Y una frase que nos dicen mucho en los retiros, que nuestros problemas no terminarán saliendo de allí, pero que nuestro enfoque debe ser diferente, debe ser un enfoque en la fe de nuestro Señor Jesucristo. Tal vez la vida nos agobie, pero debemos de recordar que nunca estamos solos. Jesús prometió que estaría con nosotros todos los días hasta el fin de los tiempos. Y prometió que encontrariamos descanso en su yugo. Y Jesús no promete en vano. Tomemos pues su yugo y aprendamos de El que es manso y humilde de corazón. Les dejo mi poema que ayer me sacó lágrimas en los ojos al comtemplar a Jesús crucificado.
Se puede ser feliz en el dolor
Sé que es posible.
Hay que dejar abierto el corazón
Y dejar que el Divino amor
Habite ahí.
Hay que abrirle la puerta
A la esperanza.
Saber que existe Dios
Y que en Jesús,
Se encuentra todo
Lo que tu corazón anhela.
Pues no hay dolor
Que no sea consolado
Si te acercas a
Jesús Sacramentado.
Y es en la Eucaristía
Donde ya gozas la plenitud
Del cielo.
Y así dentro de tu dolor
Comprenderás:
Que eres amado
Con amor sublime.
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