Antier hubo una tormenta eléctrica en mi colonia. Me asomé por la ventana y pudé ver como una libelula se aferraba fuertemente a la ramita de una planta mientras doblaba sus alas para protegerlas del viento. Me pareció tan extraño, pues las doblaba hacia adelante. Y pensé que si Dios le dió a esta pequeña libelula la capacidad para enfrentar la adversidad, contimás a nosotros. Ánimo!
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