lunes, 29 de octubre de 2018

Historia de Conversión


Mi abuelo ya está en los 90 años, no se exactamente su edad.  Ya casi no recuerda los rostros a menos que le dijas quien eres, entonces los recuerdos regresan a su mente.  El vive en México, en una pequeña comunidad rural en la que entre otras cosas fue el diacono del pueblo, o rancho como se dice en México.  Durante decadas dirigió la celebración del domingo, pues por no ser sacerdote no podía celebar la Eucaristía.  De entre todos esos años al servicio de Dios tiene muchas historias, acercó a muchas parejas al sacramento del matrimonio, tuvo varias discusiones con hermanos protestantes, y también edificantes pláticas que dieron lugar a la conversión de varias personas.  Hace poco visitó el país en el que ahora vivo y hubo un recuerdo suyo que me llenó de orgullo.  Me contó que conoció un señor muy rico que no creía en Dios, estuvieron discutiendo su existencia hasta que a mi abuelito decidió contarle la historia de Nicodemo y Jesús. Le dijo que alguien se acercó a Jesús preguntadole como era posible nacer de nuevo para entrar en el reino de los cielos.  Mi abuelito le explicó que si se puede nacer de nuevo, que solo necesitaba bautizarse y creer en Jesús.  "¿Hoiga y entonces yo me puedo bautizar aunque este ya grande".  Si, le respondió mi abuelito y se fueron los dos al pueblo más cercano a habar con un sacerdote, que lo instruyó para que recibiera el sacramento del bautismo.  Tal vez mi abuelito me contó más sobre ésta historia, pero es lo que recuerdo.  No sé si mi abuelito le explicó que quien cree en Jesús tendrá vida eterna, pero me imagino que si.

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