Hoy el Diacono basó su omilía en que Dios nos llama a ser profetas. Dijo que Dios nos llama, nos consagra y nos envía. Me recordó un canto, me parece que basado en el profeta Amos, no recuerdo muy bien:
Yo no era profeta
Ni hijo de profetas
Yo era pastor y vendedor de higos
El Señor me tomó
De detrás del rebaño y me dijo ve y profetiza.
Desde la alborada de mi vida yo te vi
Sin que tu me hablaras uo sabía que estabas ahí
En la dulce risa de los niños yo te ví
Y en el corazón de los sencillos te sentí.
También nos dijo que profeta no es solo aquel que predice el futuro sino también el que anuncia la palabra de Dios. Recuerdo también haber escuchado algún día que cuando nos bautizan Dios nos consagra sacerdote, profeta y rey como Jesús. Bueno, ójala y todos anunciemos lo poco o mucho que sepamos del Evangelio, porque ya lo dijo San Pablo "Hay de mi si no anuncio el Evangelio."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario