Zaqueo

 

Este domingo en su homilía el sacerdote nos habló sobre Zaqueo, al igual que lo hizo el Evangelio.  Zaqueo era recaudador de impuestos.  Trataré de recordar sobre lo que nos expusó el padre.  Zaqueo, al ser recaudador de impuestos, recolectaba impuestos de los israelitas para el impero romano.  Era muy rico, pues había cometido muchos fraudes contra el pueblo.  Pero, Jesús apareció en su vida.  Zaqueo quería conocer a Jesús, seguramente había escuchado hablar de sus milagros y quería verlo todo personalmente.  Pero Zaqueo era bajo de estatura y la gente no lo dejaba ver a Jesús, así que decidío subir a un árbol para poder verlo.  Y cual sería su sorpresa cuando Jesús lo invitó a bajar del árbol y decirle que esa noche se hospedaría con él.  Zaqueo se encontró con Jesús y tuvo una profunda conversión.  Ya en su casa Zaqueo le dijo a Jesús que donaría la mitad de sus bienes a los pobres y que restituiría a quienes les hubiera defraudado, que significaba casi toda la ciudad.  Zaqueo quería quedar vacio de sus pecados para recibir a Jesús.  Y asi tiene que ser nuestro encuentro con Jesús.  Tiene que movernos a cambiar, quien tiene un verdadero encuentro con Jesús, como lo hizo Zaqueo, tiende a cambiar su vida para bien, pues se deshace de lo que le impide que Jesús sea quien mande en su vida.  Asi nosotros, debemos hacer limpieza de casa, por así decirlo y deshacernos de todos los apegos, pecados, defectos que nos impiden ver a Jesús, subir al árbol de la humildad y dejar entrar a Jesús en la habitación de nuestro corazón que es donde El quiere hospedarse.