jueves, 22 de agosto de 2024

Costumbre

 En mi lugar de trabajo han comprado café Keurigh para hacer capuccino.  Asi que empezé a beber el capuccino ya por varias semanas.  El capuccino es suave, dulce al paladar.  Hoy, como hago cuando no consigo desacerme de las ganas de dormir, me hize un café regular, solo le puse un poco de crema y azúcar.  Y ho sorpresa, el café sabe denasiado cargado, sabe bien, pero ya no estaba acostumbrada a éste sabor.  Y pensba que a veces así es la vida, nos acostumbramos a tantas cosas, inclusive al pecado, que cuando algo cambia o tratamos de cambiar, el camino se nos hace demasiado pesado, demasiado duro.  Esta bien gozar de ciertas comodidades, pero debemos ser pacientes si las cosas cambian, como cuando nos quedamos sin aire acondicionado por falta de electricidad.  Recordemos que hay personas que viven en condiciones más duras que nosotros y seamos agradecidos con lo que Dios nos proporciona para vivir.  En cuanto al pecado, a eso si debemos procurar no acostumbrarnos nunca, porque a veces duele volver al buen camino, el pecado por más comfortable que parezca, tarde o temprano nos pasa la factura y si Dios no da el valor de arrepentirnos duele saber cuanto le hemos fallado a Dios.  Así que si tienes un pecado recurrente, desaste de el lo más pronto posible y haz todo lo posible por cambiar tu mentalidad para que no vuelvas a caer en el.  Dice Jesús, porque lo que El dice siempre es importante y un eterno presente, que debemos de acudir a la oración porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.  Entonces, oremos, pidamos a Dios con todo corazón que nos de la gracia de no sucumbir a éste pecado y acudamos al confesionario, donde Jesús con su infinita misericordia nos perdonará y nos dará esta gracia para que no volvamos a caer.  Pero por lo que más quieras, no te acostumbres al pecado.  Animo.

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