jueves, 22 de agosto de 2024

Costumbre

 En mi lugar de trabajo han comprado café Keurigh para hacer capuccino.  Asi que empezé a beber el capuccino ya por varias semanas.  El capuccino es suave, dulce al paladar.  Hoy, como hago cuando no consigo desacerme de las ganas de dormir, me hize un café regular, solo le puse un poco de crema y azúcar.  Y ho sorpresa, el café sabe denasiado cargado, sabe bien, pero ya no estaba acostumbrada a éste sabor.  Y pensba que a veces así es la vida, nos acostumbramos a tantas cosas, inclusive al pecado, que cuando algo cambia o tratamos de cambiar, el camino se nos hace demasiado pesado, demasiado duro.  Esta bien gozar de ciertas comodidades, pero debemos ser pacientes si las cosas cambian, como cuando nos quedamos sin aire acondicionado por falta de electricidad.  Recordemos que hay personas que viven en condiciones más duras que nosotros y seamos agradecidos con lo que Dios nos proporciona para vivir.  En cuanto al pecado, a eso si debemos procurar no acostumbrarnos nunca, porque a veces duele volver al buen camino, el pecado por más comfortable que parezca, tarde o temprano nos pasa la factura y si Dios no da el valor de arrepentirnos duele saber cuanto le hemos fallado a Dios.  Así que si tienes un pecado recurrente, desaste de el lo más pronto posible y haz todo lo posible por cambiar tu mentalidad para que no vuelvas a caer en el.  Dice Jesús, porque lo que El dice siempre es importante y un eterno presente, que debemos de acudir a la oración porque el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.  Entonces, oremos, pidamos a Dios con todo corazón que nos de la gracia de no sucumbir a éste pecado y acudamos al confesionario, donde Jesús con su infinita misericordia nos perdonará y nos dará esta gracia para que no volvamos a caer.  Pero por lo que más quieras, no te acostumbres al pecado.  Animo.

miércoles, 21 de agosto de 2024

Audiencia General del Papa Francisco 21 de Agosto del 2024


 Resumen en español


Queridas hermanas y hermanos:

Hoy reflexionamos sobre el Espíritu Santo que descendió sobre Jesús en el bautismo. Los cuatro evangelistas narran ese momento, que es fundamental en la Revelación, porque es una manifestación de la Santísima Trinidad: el Padre proclamó a su Hijo amado y el Espíritu Santo bajó sobre Jesús en forma de paloma. En el Jordán, Dios Padre consagró a Jesús como profeta, como sacerdote y como rey, ungiéndolo con el óleo espiritual —que es el Espíritu Santo— para llevar adelante su misión.

En el gesto de la unción con el crisma se simboliza la comunicación del Espíritu Santo a quien lo recibe. Cristo es el ungido del Padre, y los cristianos somos ungidos a imitación suya. Cristo es la cabeza, el Espíritu Santo es el óleo perfumado y la Iglesia es el cuerpo de Cristo donde esa fragancia se difunde. Cuando en la Misa del Jueves Santo se consagra el óleo llamado “crisma”, el obispo pide por quienes recibirán la unción en el bautismo y la confirmación, para que sean en el mundo testigos fieles de la redención y portadores del buen olor de Cristo.

viernes, 16 de agosto de 2024

No Te Alejes de El

 Enseguida les dejo un canto que está escribiendo mi hermana.





Se, que aún no lo puedes creer

En la cruz murió por ti

Aquel día

Y ahora va, construyendote 

Un camino a seguir.


Por eso no,

No te alejes de El,

Juntos proclamemos su verdad.

No, no te alejes de El

Alabemos al rey celestial.


Ya, no lo niegues más

El te escogió para luchar contra el mal,

Y ya tus pecados El perdonó.


Con su luz El te guiará.


Por eso no

No te alejes de El

Juntos proclamemos su verdad.


No, no te alejes de El

Alabemos al Rey Celestial.


Abajo está una parte del canto cantado por mi hermana.  Hay que hacer click 2 veces para ver el video.





lunes, 12 de agosto de 2024

El Herrero

 



Se cuenta de un herrero que, después de una juventud llena de vicios, decidió dar un giro a su existencia inútil: Dios se convirtió en el único punto de referencia de su vida.

Durante muchos años trabajó con honestidad, rectitud, practicó el bien y el sentido del deber, pero a pesar de toda su dedicación, parecía que nada iba bien en su vida, al contrario, sus problemas y deudas        crecían día a día.

Una hermosa tarde, un amigo que había ido a visitarlo, y que sentía compasión por su difícil situación, le dijo: "Es realmente una cosa muy extraña que, después de haber decidido cambiar tu vida y convertirte en un hombre temeroso de Dios, tu vida haya empezado a empeorar.

No quiero disminuir tu esperanza, pero a pesar de tu fe en Dios, no has mejorado nada en tu vida".

El herrero no respondió de inmediato, había reflexionado sobre estas cosas varias veces, sin entender lo que estaba pasando en su vida, pero como quería dar una respuesta a su amigo, comenzó a hablar y terminó encontrando la explicación que buscaba

"En este taller recibo el hierro antes de ser trabajado y debo convertirlo en espadas.

Sabes cómo se hacen las espadas?

Primero se calienta el hierro a una caloría infernal hasta que no se convierte en un rojo vivo, inmediatamente después, sin ninguna piedad, Tomo el mazo más pesado que tengo y empiezo a martillarlo varias veces hasta que la pieza toma la forma deseada inmediatamente después de sumergirlo dentro de un cubo lleno de agua fría, y todo el taller se llena de ruido y vapor, porque la pieza muy caliente sumergida en agua fría estalla debido al violento cambio de temperatura.

Y tengo que repetir esto varias veces si quiero conseguir una espada perfecta, ¡una vez no es suficiente!"

El herrero hizo una larga pausa y luego continuó:

"A veces el hierro que tengo en mis manos no soporta este tratamiento.

El calor, las martillazos y el agua fría lo llenan de grietas.

Es en este momento que me doy cuenta de que nunca se convertirá en una hermosa hoja de espada y es entonces cuando lo tiro en una montaña de viejas herraduras que ves en la entrada de mi taller".

Hizo otra pausa y el herrero terminó así:

"Sé que Dios me está poniendo en el fuego del sufrimiento.

Acepto las martillazos que la vida me da, y a veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero.

Pero lo único que pienso es:

Dios mío, no te detengas hasta que pueda tomar la forma que esperas de mí.

Déjame tomarla de la manera que te parezca mejor, tómate todo el tiempo que quieras, pero por favor, no me tires nunca en un montón de viejas herraduras que no sirven para nada!"

Traducido de Leggoerifletto


Confesiones

 Este fin de semana tuve una larga plática con mi hermana, nos desvelamos, me parece que fue el viernes por la noche.  De ésta plática surgió una meta.  Me dice ella que ya está muy grande para cambiar, así que le recordé que San Agustin tuvo su conversión ya en los cuarentas.  Recordé que había comprado el libro de las Confesiones de San Agustin, traducido al inglés y le propuse leerlo juntas.  Así que empezamos éste sábado y domingo, hemos leído solo un poco: la oración inicial y un poco de su infancia.  Vamos en el parrafo 14! osea apenas hemos iniciado la lectura.  Espero que la lectura nos ayude a ambas a cambiar para bien.  Me parece que lo que más se le ha quedado a mi hermana de ésta pequeña lectura es que como Dios nos hizo, tenemos a  Dios dentro de nosotros, como dijo San Agustin.  De la platica, para ayudarla un poco a sentirse "buena", le propuse también que me pase un canto que ella compuso sobre Jesús para subirloa éste blog.  me dice: "pero no tiene música.".  le dijo ellos se la pondran.  Aún no me la da porque se le olvido el últmo parrafo, porque constatemente le cambia la letra, pero caundo la tenga completa, enseguida la subo aquí, esten pendientes.



El Pan Vivo Bajado del Cielo

  Este domingo el Padre nos dió su homilía sobre el "Pan vivo bajado del cielo", osea Jesús mismo.  "Yo soy el Pan Vivo bajado del cielo." dijo Jesús, nuestro Señor.  "Y el que coma de éste Pan tendrá vida eterna."  Y así como el angel dió de comer a Elias para que terminara su misión, así Jesús nos dejo su presencia en la ostia consagrada para que podamos nosotros continuar nuestra misión: como padres, como hijos, como esposos.   Y aunque el Padre se centró en la familia, todos tenemos una misión en esta vida, la cual dijo el Padre, es llegar a Dios al final de nuestros días.  Aunque seguramente dentro de ésta misión se encuentra también ayudar a otros a cumplir su misión.  Yo pienso que esa misión es nuesra salvación.  Somos afortunados de recibir el Preciosisimo Cuerpo y Sangre de Cristo en la Eucaristía.   En lo personal, es la fuerza que me impulsa a seguir adelante, día a día, a no rendirme antes de tiempo.  Y eso mismo nos explicó el Sacerdote.  Recuerdo ahora que la mayoría de los santos de los que he leído, recibían la comunión diariamente.  A mi me gustaría también, pero por causa del trabajo, no puede ser.  Ojala y no desaprovechemos éste gran privilegio de recibir a Jesús en la Santa Eucaristía.  Hagamoslo lo más seguido posible y caminemos confiados hasta la meta: el cielo.  Y si te sientes cansado, no desfallescas, acude a Jesús Sacramentado, El te dará las fuerzas para continuar.