Un día abba Isaac el tebano fue a un monasterio y, al ver a un hermano pecar, lo condenó.
Al salir por el desierto, un ángel del Señor se puso delante de él y le dijo: "No te dejaré entrar". Le dijo: "¿Pero por qué?". El ángel le respondió: "Dios me envió diciendo: 'Dile: ¿Dónde mandas que arroje al hermano que ha caído y que tú has juzgado?"'.
Inmediatamente el anciano se arrepintió y dijo: "He pecado, perdóname". Y el ángel dijo: "Levántate, Dios te ha perdonado. Ten cuidado de juzgar a alguien antes de que Dios lo juzgue".
- Isaac el Tebano
De las historias de los Padres del desierto
Traducción
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