Nadie, absolutamente nadie es perfecto, ni el pasto del vecino está más verde. Tenemos que aprender a darle a todos su debida importancia, sin restarle importancia a nuestra propia vida. Todos tenemos una misión, y un proposito en esta vida. Siempre se puede ser féliz en nuestro propio entorno, el secreto esta en apreciar ese entorno y decirle no a la envidia y a los celos. Ser agradecido con Dios por lo que nos ha tocado vivir, porque de una u otra manera, todo es un don de Dios, tal vez a veces no comprendamos sus designios, pero todo nos deja una lección. Y nuestro ser es amado por Dios, como si solo existieramos nosotros, como dijo la Madre Angelica, de EWTN. Dios nos ama y nunca nos deja solos. Dios siempre esta a tu lado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario