domingo, 3 de febrero de 2019

La Lámpara - Beato Guerico D'Igny




"Mis ojos han visto tu salvación"

He aquí, mis hermanos, entre las manos de Simeón, un cirio encendido. También vosotros, encended esta luz a vuestros cirios, es decir los candiles que Dios os pide de tener en mano, Lc 12,35). "Os fijáos en él y seréis radiantes", Sal 34,6, de modo que también seais vosotros más que portadores de lámpara, hasta que las luces brillen dentro y fuera, por vosotros y para el prójimo.



¡Haya una lámpara en vuestro corazón, en vuestra mano, en vuestra boca! La lámpara en vuestro corazón brille por vosotros, la lámpara en vuestra mano y en vuestra boca brille por vuestro prójimo. La lámpara en vuestro corazón es la devoción inspirada por la fe; la lámpara en vuestra mano, el ejemplo de las buenas obras; la lámpara en vuestra boca, la palabra que edifica. En efecto no tenemos que conformarnos con ser luces a los ojos de los hombres gracias a nuestros actos y a nuestras palabras, pero tenemos que también brillar delante de los ángeles con nuestra oración y delante de Dios con nuestra intención. Nuestra lámpara delante de los ángeles, es la pureza de nuestra devoción que nos hace cantar con recogimiento o rezar con fervor en su presencia. Nuestra lámpara delante de Dios, es la resolución sincera de agradar solo a quien delante de El hemos encontrado gracia...




Para encender todas este lámparas, dejad iluminarvos, mia hermanos, acercándovos al manantial de la luz, es decir a Jesús que brilla entre las manos de Simeón. Él quiere, indudablemente, iluminar vuestra fe, hacer resplandecer vuestras obras, inspirarvos palabras para decirles a los hombres, llenar de fervor vuestra oración y purificar vuestra intención... Y cuando se apague la lámpara de esta vida... veréis la luz de la vida que no se apaga, surgir y subir la tarde con el resplandor de mediodía.









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