martes, 26 de febrero de 2019

Bienaventurados los Pobres, Porque de Ellos es el Reino de los Cielos



¡Hace dos semanas fui a misa! como lo hago cada domingo.  Quize escribir sobre lo que habló el padre ese día, pero no se habia presentado la ocasión, quiero decir que no habia tenido tiempo.  La homilía fue sobre las bienaventuranzas.  Y me recordó como yo años átras me sentí "bienaventurada".  Si, esto porque en mi inocencia sentía que la gente se burlaba de mi por gustar y hablar de las cosas de Dios.  Bueno, el padre no habló de esto, sino de la pobreza de espíritu.  Dijo que no es malo ser rico.  Igualmente, dijo que Jesús, seguramente no quería ver un mundo donde hubiera pobreza y la gente sufriera.  Dijo que "bienaventurados los pobres", ... los pobres de espíritu.  Y es que se puede ser "rico" siendo pobre, y ahi esta el detalle.  El padre dijo que lo malo es poner nuestra confianza en nuestra riqueza, en nuestros bienes materiales, en nuestras fuerzas y no en Dios.  Es cierto que hay muchas personas que quieren parecer ricos, que se enorgullecen de lo poco o mucho que tienen, y es ahi donde tienen su tesoro, su corazón.  Y esto sin necesidad de ser rico.  En cambio, hay pobres y ricos, que ponen su confianza en Dios.  Recuerdo ahora en otra homilía de este mismo sacerdote, donde dijo que nadie es pobre para no tener con que ayudar a los demás.  Pues inclusive una sonrisa de apoyo a alguien que sufre es un gran aporte, sin necesidad de usar el dinero.  Ahora no recuerdo como es que dijo que podían ayudar los ricos, pero igualmente una sonrisa o un abrazo no hace pobre a nadie.  En alguna ocasión leí sobre un santo moderno, ahora no recuerdo el nombre, él era de familia con buena economía familiar, y sin embargo, prefería usar el transporte público, era miembro de la Sociedad de San Vicente de Paul y gustaba de convivir con los pobres a los que la organización prestaba ayuda.  Y no solo ayudaba con dinero, sino espiritualmente, pues solía regalar copias de la Imitación de Cristo a la gente que conocía.  Cuando murió una gran multitud asistió a su entierro, muchos de estos gente a la que ayudaba.  Creo que debo buscar su nombre.  Peccato che ho dimenticato il suo nome! Osea que lástima que olvidé su nombre, no lo pude encontrar.  Sin embargo, pensaba, que es pobre de espíritu quien reconoce que necesita de Dios en todos los ámbitos de su vida.  Aunque, aún si Jesús no hubiera querido un mundo de pobres, tampoco condena la pobreza, tal vez trató de decir lo que dijo "Bienaventurados los pobres", y los pobres de espíritu, lo digo porque en alguna parte escuché que es más fácil poner tu confianza en Dios, cuando Dios es lo único que tienes.

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