El corazón descansa
cuando descansa en Dios,
como flor que a los vientos da su aroma
como niño que al pecho se ha dormido;
Padre Dios, soberano Padre nuestro,
mar de mares y amor inconsumido.
El corazón es libre
cuando lo apresa Dios,
oh Jesús, mi Verdad alada y firme,
que te ciernes, paloma del olivo .
Por encima del mundo, victorioso,
con tu amor entregado a los amigos.
El corazón se lanza
cuando se quema en Dios,
Nazareno escondido y andariego
que predicas un reino amanecido,
defensor de indefensos, dios patente,
sentenciado y amante y dolorido.
El corazón es paz
cuando padece en Dios,
oh paciente Jesús, humilde siervo,
obediente mortal en tu camino,
que descubres mi anhelo y mi tormento,
tú, venido del cielo como Hijo.
Oh corazón creado
para vivir de amor,
rompe el nudo, desata la canción
y derrama tu grito enternecido:
¡Gloria a ti, la pasión de cielo y tierra,
oh Jesús, esperanza de los siglos! Amén.
Autor:P. Rufino Mª Grández, ofmcap
Tomado de: http://www.mercaba.org/Espiritualidad/Rufino/TO/C/CORAZON_DE_JESUS.htm#7
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