miércoles, 16 de septiembre de 2015

Mayordomia



Hace poco fue el Domingo de Mayordomia en la parroquia a donde asisto. En este día hay un festival de ministerios en la iglesia y se le da la oportunidad a los feligreses de informarse sobre los distintos ministerios y grupos en los que pueden participar dentro de la iglesia.  Estuve en la mesa de los lectores en español como prefieren llamarnos, pero cuyo nombre a cambiado a "proclamadores de la palabra."  Estuve durante el turno de una misa en inglês, asi que no hubo quien se apunto.  En este domingo al final de la misa siempre escuchamos el testimonio de un "servidor" y como esto ha cambiado su vida.  Este año le toco a una familia de jovenes que dijo el papá empezó a involucrarse más en la iglesia despuês de que su hija le hizo la observación de que ellos (sus hijos) siempre iban a la doctrina, pero sus papás no hiban tan seguido a la iglesia.  Asi que decidieron ser congruentes con lo que trataban de inculcarles a sus hijos y desde entonces son miembros más activos dentro de la parroquia.  Y es que todos tenemos algo que aportar en el plan siempre perfecto de Dios.  ¿Cual es ese plan?  Nuestra salvación.  A todos nos ha entregado un talento o varios, hay gente que cocina, otra que limpia, otra que canta, otra que reza, otra que proclama, otra que organiza, otra que aconseja, otra que plancha, otro checa el sonido, otro planifica, otro enseña, otro actua y muchos más.  Tan solo en mi parroquia hay 43 ministerios de donde escoger.  La iglesia necesita de todos nosotros para que siga viva, pues nosotros mismos somos esa iglesia.  Claro está que todos somos miembros de la iglesia y del cuerpo de Cristo, que como dice un canto "algunos miembros que parecen dêbiles más necesarios son para el cuerpo y los menos dignos adornamos más bien." Asi que por el momento yo proclamo, leo la lecturas durante la misa y espero que las palabras que pronunció lleguen a cambiar, ayudar o poner a pensar a alguien, o darle algún consuelo.  Es una responsabilidad muy grande, pues es la Palabra de Dios la que pronunció y hay que preparse y poner todo en manos del Espiritu Santo, que es el que actua en nosotros y dejar que la Palabra misma pueda llegar a los corazones y a las almas de los que me escuchan.  Y esa es mi pequeña contribución al plan de Dios, junto con este blog. El mar que le pedí y que El en su infinita misericordia me concedió, pues el me hace digna "de servirle en su presencia."



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