sábado, 24 de marzo de 2012

Después del Arrepentimiento


El arrepentimiento empieza sintiendo aflicción por nuestros pecados, por habernos alejado de Dios.  Pero no debemos quedarnos ahi, es necesario tener plena confianza en la misericordia de Dios y confesar nuestros pecados.  Arrepentirse es entonces un acto de fe, y es un don de Dios.  Si te has arrepentido es porque el Espiritu Santo te ha inspirado y es prueba de que el Buen Pastor espera tu regreso a su rebaño.  Escuché una explicación sobre el pecado en la cadena EWTN, que es muy claro, hay personas que van caminando y caen en el lodo y se quedan ahí y hasta lo disfrutan, otras tras haber caido sufren pero no consiguen salir de ahi, otras, las santas, también pueden caer al lodo, con la diferencia que confiadas en Dios, se levantan, se limpian y siguen su camino.  No nos quedemos disfrutando del lodo que reprenta al pecado, si nuestras conciencias nos indican que hemos caido, hagamos como los santos, y sigamos nuestro camino hacia el Padre, creamos en Jesucristo que es la puerta y el camino a seguir, reconoscamos nuestras faltas y dejemonos limpiar por la preciocisima sangre del Cordero que es Cristo, en el sacramento de la reconciliación donde Dios nos demuestra su amor por medio de la gracia que Jesús adquirió para nosotros con su gran sacrificio en la cruz.

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