viernes, 19 de agosto de 2011

La Santísima Virgen María y Jesús



Dios es amor, desde el principio de los tiempos tenia un plan para el hombre, un plan para su salvación.   Y en ese amor, Dios pensó en María, Virgen Madre, Madre de Dios y Madre nuestra y por supuesto en la salvación por medio de Jesús, nuestro Señor.  No se puede hablar de María sin pensar en Jesús.  Ya en el Génesis, Dios nos deja una esperanza cuando le dice a la serpiente en Génesis 3:15, “Yo pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la suya; ésta te aplastará la cabeza.”  Esta nueva mujer, es la Virgen María y su descendencia es Jesús.  Así, Dios nos promete una nueva madre y un salvador, una nueva Eva y un nuevo Adán.  Y así como por la desobediencia de Eva encontramos la muerte, es por la obediencia de María que Dios nos da la esperanza de vida eterna por medio de Jesús.  Ya que sin el Si de la Virgen María no se hubiera hecho realidad la vida de Jesús.  Y es este Jesús, quien trae vida al hombre, nueva vida por medio de la gracia.  Por eso, la Virgen María, ocupa un lugar muy importante en el plan de salvación de Dios.  Escuché hace poco en un programa de EWTN, que la Virgen María se puede comparar con el Arca de la Alianza, pues igual que el Arca de la Alianza, representaba la presencia de Dios entre el pueblo de Israel, es la Virgen María, el arca, el virginal vientre que tuvo dentro de si a Dios Hijo, el Emanuel, el Dios con Nosotros.  Nos dice Isaías 7:14 “Por eso el Señor mismo les dará un signo.  Miren, la joven esta embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel”.  Esta joven, no pudo ser otra que la Virgen María,  Virgen Santísima y Castísima antes del parto, en el parto y después del parto.  Esto es un dogma de fe, pero esta arca que tuvo dentro de si a Dios Hijo, esta Madre de Dios, no podía ser manchada por el pecado, por consiguiente es Virgen y es concebida sin el pecado original.  No recuerdo el nombre del santo porque lo escuché hace ya varios años, pero esto lo que respondió sobre la virginidad de la Virgen María:  “Dios quiso, pudo y lo hizo.”  El Dios de la creación quiso crear a la Virgen María para ser Madre de Jesús, y la escogió  desde siempre.  El misterio de la Encarnación de Jesús es sin duda el mayor milagro de todos los tiempos.  Por medio de María, las profecías se hacen presentes y Dios mismo se hace presente en nuestras vidas por medio de Jesús, Dios Hijo, quien nos muestra su humildad y su amor y habita entre nosotros.

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