Oh amado Corazón de Jesús,
porque te dejaste desgarrar por la lanza,
si no para mostrarme el exceso de tu amor
y ser la morada de mi alma?
Y cuando yo entre en Ti y solemnemente proteste:
"Este es mi descanso eterno;
aquí viviré porque me he elegido
esta misma morada?".
Jesús mío, introduce cuanto antes esta alma mía
a través de la herida
Del abierto costado en el secreto de tu amabilisimo
y muy amado Corazón, para que ella se purifique,
se embellezca y toda se
lléne en tu caridad;
de tal manera que, olvidando los terrenales
celos, piense solo en amarte,
Mi Dios crucificado.
- San Buenaventura -
Nota: Traducción del italiano con ayuda de www.reverso.net
No hay comentarios.:
Publicar un comentario