Miedo

 Las personas a veces sentimos miedo de muchas cosas, a la incertidumbre del futuro, a la vejez, a la pobreza, a la soledad.  Pero este fin de semana me dió miedo de otra cosa, no sé si sea inseguridad o falta de autoestima o será tan solo una muestra de mi amor hacia Dios.  Me dió miedo de ser hipócrita en lo que concierne a Dios.  Y es que me tocó leer este domingo una advertencia hacia los sacerdotes que se habían alejado de los preceptos de Dios en el anitguo Israel.  Las palabras eran duras.  En el Evangelio también habló Jesús de hacer lo que les pedían los fariseos pero de no imitarlos, porque decían una cosa y hacían otra.  El Papa habló sobre evitar esta "dualidad".   Y me quedé pensando que mi escribir en mi blog católico es una gran responsabilidad.  Aunque sean pocos los lectores y aunque quien llegué a leer no me conozca en persona, al igual que la gente que asiste a misa.  Ellos nunca sabrán mis errores, mis pecados, pero Dios si.  El sabe todo de mi y me dió miedo de no estar a la altura.  Y es que escribo tantas cosas, y he leído tantas lecturas en la iglesia, que me gustaría como dice San Francisco, ser congruente con mi vida, tratar de ser Evangelio viviente para Jesús.  Sé que nunca seré perfecta, pero quisiera acercarme más a mi ideal: Jesús.  Y como se que me falta mucho camino por recorrer, espero al menos no caer en la dualidad y aprender por lo menos a levantarme para no volver a caer en el mismo bache.   Como aprendió mi hermana estos días si sabes que vas a hacer el mal y aun así lo haces, entonces el pecado es aún más grave.  Escuchemos a Jesús y tratemos de ser más como Jesús que como dice una canción secular "el convertía en actos todos sus sermones".  Rezen por mí si llegan a leer éste "post" y por supuesto rezen por el Papa Francisco, que siempre nos pide que rezemos por él, sobretodo ahora que ha dicho que no se siente bien de salud.  Yo rezaré por ustedes también.  Bendiciones lectores.