"Cuan querida me es tu alma"
Le dijiste a San Faustina
Yo que me alejo sin querer
Recuerdo que lo dijiste
Por un alma pecadora.
Y me arrullo en tus palabras
"Cuan querida me es tu alma"
Tanto que por no perderme
Te haz clavado en una cruz.
Y quisiera acariciar
Esas llagas en tus manos
Y en tus pies, creo Señor
Que Tú estas vivo.
No necesito comprobarlo,
¡Estás vivo y Tú me amas!
Tú el viviente por amor
Solo te pido la gracia,
De servirte hasta mi muerte
Y de no alejarme tanto
De tus santos preceptos
Si se puede andar siempre
De tu mano
Y al final de ésta mi vida,
Fundirnos en un abrazo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario