Tú eres la fuente de toda consolación
Y fuente de nuestra salvación.
Tú has salvado a tu pueblo
del desierto,
Los has reunido como corderos
en tu regazo.
Y los has alimentado con el cuidado de una madre.
Nivela dentro de nosotros todo lo que el pecado
ha escarpado:
Toma los caminos torcidos de nuestros corazones y
enderezalos.
Que nuestros corazones arrepentidos vuelvan
a Ti y
En la venida de tu Hijo, sean encontrados
ansiosos de recibirlo
Para que, en celebración alegre,
Tu pueblo elegido pueda decir:
A través de nuestro Señor Jesucristo
Amén.
Amén.
Note: Traducido del inglés, impreso en el boletin dominical de mi parroquia, no se quien es el autor.
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