viernes, 2 de octubre de 2015

Afectos y Súplicas - Practica de Amar Jesucristo - Despues de Capo I

  




¡Oh Jesucristo!, treinta y tres años pasaste de sudores y fatigas, diste sangre y vida para salvar a los hombres, y, en suma, nada perdonasteis para haceros amar de ellos. ¿Cómo, pues, puede haber hombres que aún no te amen? ¡Ah, Dios mío! que entre estos ingrato me encuentro yo. Confieso mi ingratitud, Dios mío, ten compasión de mí.  Te ofrezco este ingrato corazón ya arrepentido. Sí, me arrepiento sobre todo otro mal, querido Redentor mío, de haberte despreciado.  Me arrepiento y te amo con toda mi alma.
  Alma mía, ama a un Dios sujeto como reo por ti, a un Dios flagelado como esclavo por ti, a un rey hecho rey de burlas por ti, a un Dios, finalmente, muerto en cruz como malhechor por ti.  
  Sí, Salvador y Dios mío, te amo, te amo; recordadme siempre cuanto por mí padeciste, para que nunca me olvide de amarte.
  Cordeles que ataron a Jesús, átenme tambiên con El; espinas que coronaron a Jesús, heridme de amor a El; clavos que clavaron a Jesús, clavadme en la cruz con El; para que con El viva y muera.
  Jesús mío, yo quiero amarte siempre.  Amado Salvador mío; sálvame, estréchame contra vos y no permistas que vuelva jamás a perderte.  
  ¡Oh, María, Madre de mi Salvador y refugio de pecadores!, ayuda a este pecador que quiere amar a Dios y a ti se encomienda: por el amor que le tienes a Dios, ven en mi ayuda.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario