domingo, 3 de agosto de 2025

El rico insensato

 Hoy el Evangelio nos habla del encuentro de Jesús con dos hombres que le piden repartir su herencia.  Jesús se niega a pesar de que era costumbre en aquel tiempo de pedir consejo a un rabbi en asuntos de propiedad.  Jesús aprovecha para relatarles la parabola de un rico insensato.  Este hombre tuvo una cosecha enorme.   Y se dijo a si mismo que construiría un granero, almacenaría todo y así se dedicaría a beber y tomar y disfrutar la vida.  Sin embargo, Dios dijo "insensato, no sabes que esta misma noche morirás." Nos dice el padre, que tener riquezas no es malo, y que todos hemos sido el rico insensato al preocuparnos por el porvenir del mañana.  Y no es malo planificar para el futuro, pero ese no debe ser nuestro fin.  Es decir, debemos usar ese tesoro, para construir un puente de la tierra hasta el Cielo, como nos dice el padre.  Leía en un cuento que he publicado con anterioridad que un rico fue al cielo y ahí había un mercado con precios muy bajos, pero al querer comprar con su dinero el ángel le respondió:  ese dinero no tiene valor aquí.  Aquí solo tiene valor el dinero que fue donato en la tierra.  Es decir, que nuestro dinero debe ser usado también para el bien de los demás.  Nos recordó el Padre de el hombre que encontró un tesoro y muy contento vendió todo lo que tenía para comprar el terreno donde se encontraba el tesoro.  Nos dice el Padre que nuestro tesoro supremo es Dios mismo.  Osea que lo más importante de nuestra vida debe ser nuestra relación con Dios.

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