miércoles, 11 de diciembre de 2019

Recuerdo de un 12 de Diciembre



Uno de los recuerdos más memorables de mi juventud, sucedió un 12 de Diciembre, en mis veintes.  Ese día fue la culminación de noches de ensayo, dialogos memorizados, y timidez superada gracias a la Virgen de Guadalupe.  Recuerdo también el día en que alzé mi mano cuando dijeron que no habría apariciones, porque no había voluntaria para la Virgen.  Lo pensé un segundo y alzé la mano.  Tuvieron que preguntarme dos veces si estaba segura, pues tenía fama de timida.  Aún asi, se llegó el Día de la Guadalupana.  Recuerdo, que rezé y le pedí a la Virgencita que me ayudará para que todo saliera bien.  Procuré no hablar mucho y me concentré poniendo mi confianza en Dios.  Unos minutos para empezar alguien me comentó que la Virgen no traía sandalias, asi que con todo y el frío del piso de azulejo me quité las sandalias.  Fui la Virgen más blanca y chapiada, pues debido al frío se sonrojaron mis mejillas.  Es extraño, ya no recuerdo con exactitud las palabras de la virgen, pero ese día fluyeron como un balsamo.  Pronuncié cada palabra tal como lo aprendí.  En aquel entonces este blog era más personal.  Recuerdo haber escrito como en los ensayos había logrado controlar los gestos de mi cara para permanecer tranquila y en paz, imitando a la Virgen de Guadalupe.  Esa noche la Virgencita me lleno de confianza, y perdí un poco de timidez.  Sé que sin su ayuda y la de Dios, pude haberme llenado de panico al ver tanta gente, pero no fue así.  Asi que actué por Dios y en su nombre.  Sé que no merecía tal honor, pero Dios que es tan bueno, cumplió uno de mis sueños.  Y ahora me quedan los recuerdos y las fotos.  Y sobretodo, la fe a la Virgen de Guadalupe que heredé de mis padres, que mañana celebran con ella en el cielo.

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