miércoles, 6 de junio de 2012

Habacuc 3:16-19




"Al oírlo mis entrañas se estremecen, mis labios tiemblan, un escalofrío recorre mis huesos y tiemblan mis pasos.  Sin embargo, espero tranquilo que venga el día de la angustia, sobre el pueblo que nos oprime.  Aunque la higuera no eche sus brotes y no den su fruto las parras; aunque fracaze la cosecha del olivo, y no produzcan nada los campos; aunque no haya ovejas en el corral y desaparezca el ganado del establo, yo me alegrare en el Señor, tendre mi gozo en Dios mi Salvador.  El Señor es mi señor y mi fuerza; el da a mis pies la agilidad de la cierva y me hace caminar por las alturas."

Reflexión:

Aún en la calamidad, Dios está presente para darnos la fuerza que necesitamos para seguir adelante, El es nuestro Dios y todo lo puede, podremos dudar, pero El siempre nos ofrecerá su mano para levantarnos, solo hay que afianzarnos en El y tomar de su mano, y caminaremos por las alturas.

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