Mediante el bautismo, somos configurados a Cristo; le pertenecemos. Jesús nos lleva a la misma relación que tiene con el Padre.
Esta verdad nos arraiga y nos funda en el amor eterno. Esta verdad cambia todo. Significa que estamos eternamente marcados como pertenecientes a Dios.
Sr. Miriam Heidlandrom (extracto de Restore)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario