Hace unos días mi hermana me dijo que quiere hacerme santa. Le contesté que tiene que provar que fui 100% buena. Y ayer me encontré con una frase de Jose Maria Escriva "un santo es un pecador que sigue intentandolo." Así que por esa definición es más fácil llegar a la santidad. Y es que debemos de seguir intentandolo, y tener fe en la misericordia de Dios, que es infinita. y si caemos acercarnos a la reconciliación y aceptar la gracia para no seguir pecando, o dejar al menos ese pecado átras. El problema es cuando dejamos que le maligno nos convenza que no podemos cambiar, que somos como somos. Leía hace apenas unos minutos un artículo sobre la santidad. La escritora, una virgen consagrada, nos recordaba que Jesús mismo nos pide ser santos, como su Padre en el cielo es santo, que no significa ser perfecto. pero si ser féliz, pues quien tiene a Dios, es féliz pues ya no le falta nada. También nos recordaba lo que dijo Santa Teresita del Niño Jesús, que la santidad consiste en tener plena confianza en Dios, es decir confiar en Dios como confian los niños en sus padres, me parece que ya en una ocasión he dejado por este blog ésta frase:
“La santidad no consiste en tal o cual práctica, sino en una disposición del corazón (del alma) que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra nada y confiados hasta la audacia en la bondad del Padre." Santa Teresa de Lisieux (Santa Teresita del Niño Jesus y de la Santa Faz)
