"34 Jesús les respondió: «Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado.
35 El esclavo no permanece para siempre en la casa; el hijo, en cambio, permanece para siempre.
36 Por eso, si el Hijo los libera, ustedes serán realmente libres."
Reflexión: Jesús es el Hijo que nos libera del pecado, por eso, no debemos desanimarnos en este camino de la vida. A veces hay piedras con las que resbalamos y caemos, pero Jesús siempre viene en nuestra ayuda. No desfallescamos, Jesús nos hace realmente libres. Acerquemonos al sacramento de la confesión y seamos liberados. Recordemos que Jesús nos da la gracia para no volver a pecar.
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