Siempre con nosotros mediante la santa Eucaristía,
Siempre con nosotros por tu gracia,
Siempre con nosotros por tu providencia
que nos protege sin interrupción,
siempre con nosotros por tu Amor...
Oh mi Dios, ¡qué felicidad! ¡Qué felicidad!
Dios con nosotros. Dios en nosotros.
Dios en el que nos movemos y somos...
Dios mío, ¿qué nos falta?
Qué felices somos!
«Emmanuel, Dios-con-nosotros»,
He aquí, por así decirlo, la primera palabra del Evangelio...
«Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo»,
Aquí está el último.
Qué felices somos! Qué bueno eres...
La santa Eucaristía es Jesús, ¡todo es Jesús!
En la santa Eucaristía tú eres todo entero,
Plenamente vivo, oh mi amado Jesús,
tan plenamente como lo eras
en la casa de la Sagrada Familia de Nazaret,
en la casa de Magdalena en Betania,
como lo eras en medio de tus apóstoles...
Del mismo modo que tú estás aquí,
mi amado y todo lo mío...
Haznos esta gracia, oh mi Dios,
No solo a mí, sino a todos tus hijos,
en ti, por medio de Ti y para Ti:
«Danos nuestro pan de cada día»,
dáselo a todos los hombres,
este verdadero pan que es la Hostia Santa,
haz que todos los hombres lo amen,
lo adoraren, lo veneren,
y que su culto universal
Te glorifique y consuele tu Corazón.
Amén.
- Padre Charles de Foucauld -
No hay comentarios.:
Publicar un comentario