miércoles, 17 de diciembre de 2025

Tercer Domingo de Adviento

 Quisiera escribir algo que se me olvidó escribir en mi resumen de la homilía del domingo.  El sacerdote dijo que la alegría que viene de Jesús no se puede borrar con las adversidades que nos trae la vida.  Es decir, no importan la circunstancias por las que estemos paseando siempre conservaremos la alegría si ponemos a Jesús como centro de nuestra vida.  Lo cual me recordó un poema que escribí hace unos años sobre ser féliz en el dolor.  Es el siguiente:


Se puede ser féliz en el dolor
Sé que es posible.

Hay que dejar abierto el corazón
Y dejar que el Divino amor
Habite ahí.

Hay que abrirle la puerta
A la esperanza.

Saber que existe Dios
Y que en Jesús,
Se encuentra todo
Lo que tu corazón anhela.

Pues no hay dolor
Que no sea consolado
Si te acercas a
Jesús Sacramentado.

Y es en la Eucaristía
Donde ya gozas la plenitud
Del cielo.

Y así dentro de tu dolor
Comprenderás:
Que eres amado 
Con amor sublime.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario