Estoy siguiendo a Rebeca Barbat por Instagram. Ella predica la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II. Confieso que yo no he leído la enciclica, pero su mensaje, por lo que nos dice Rebeca es sanar nuestras heridas. Y tal vez se adentra un poco en la psicologia, pero es más que nada reconocer las heridas que llevamos cargando y pedirle a Dios que las sane, perdonar a quienes nos han herido y yo agregaría perdonarnos a nosotros mismos. Así, sanando nuestras heridad, podremos alejarnos del pecado que nos sujeta seremos personas más libres y más felices. Pero no podemos sanar solos, debemos entregar estas heridas a Dios para que El, e su infinita misericordia y majestad, nos ayude a sanar. En lo perosnal hace años me propusé perdonar a una persona que me había lastimado y decidí quitarle el poder que tenía sobre mi, con el resentimiento que le tenía. Nunca me había sentido tan féliz. Sanar las heridas, una a una, nos acerca más a Dios, a Jesús, para poder vivir una vida plena en su Palabra. Si neceistas perdonar a alguien, pideselo a Dios, entregale tu sufrimiento, y veraz como todo se vuelve más claro y la vida cobra un sentido hacia Dios, y hacia nuestra propia felicidad. Si necesitas perdonarte, igualmente dejaselo todo a Dios, El sabe todo de ti y te ama con tus defectos y virtudes, El siempre estará ahí para ti. Dejalo actuar en tu vida y veraz como tu vida cambia para bien.
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