La Edad

Cuando era más joven recuerdo que salía de misa con la finalidad de vivir mi vida según lo que había aprendido ese día.  Esto lo aprendí en el grupo de JUFRA (jovenes franciscanos) al que pertenecí en México. Sin embargo, al paso de los años mi memoria ha sufrido un poco.  Mi memoria a veces puede recordar eventos que pasaron incluso en mi infancia, pero me es más difícil retener información.  En realidad soy relativamente joven: 43 años.  Escribo esto porque me di cuenta gracias a un lector de este blog, que ya habían pasado frente a mi las hermosas palabras de Isaías 43:1, especificamente "eres mio (a)".  A decir verdad, siempre que veo la palabra "mía" , sonrío, pues aunque no recuerdo la cita bíblica, lo primero que viene a mi mente es que "soy de Dios".  Y esto de una u otra forma me fortalece y me llena de paz y calma.  Así que al escuchar las palabras de Isaías 43:1 otra vez, estuve gratamente sorprendida, pues no recordaba que ya en otra ocasión y tal vez muchas más, había  leído esta cita bíblica.  La verdad me avergüenza un poco aceptar esta deficiencia de mi memoria.  Aunque también debo aceptar  que Dios, en su infinita misericordia encuentra la forma para que no olvide lo esencial, que es el "Amor" que El es, y que es el resumen en una palabra de toda la biblia "amor".  Ese amor que me repite "eres mía" cada que veo esa palabra: "mía".  Tal vez sea infantil la forma en que lo recuerdo, pero es bello saber que si pertenecemos a Dios, El nos cuidara y encontrara la forma de que algún día nos reunamos con Él en la eternidad.  Debo agregar que debemos dar gracias a Dios por todos los eventos de nuestra vida, pues cada cosa que nos pasa es para beneficio de nuestra alma y nuestra salvación, pues esta es la voluntad de  Dios Padre, todo nos acerca más a nuestro encuentro con la Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.  Palabras que apenas leí hace unos días.

Isaiah 43:1

He tratado de ver la película "The Chosen", pero como lo hago antes de dormir, siempre me quedo dormida, sin embargo, he logrado ver algunos minutos y el principio me ha sorprendido alegremente.  El inicio muestra a María Magdalena de niña, que no puede dormir porque tiene miedo.  Su padre pide que repita las palabras del profeta Isaías, y dicen:

«No temas, que yo te he libertado;
yo te llamé por tu nombre, tú eres mío.>>

Me causó gran alegría darme cuenta que estas palabras se encuentran en la Biblia.  ¿Por qué? Recuerdo haber leído estas palabras y pensar que "soy de Dios", que nadie puede apartarme de su mano, ni mis miedos, ni la vida, ni siquiera mis pecados si se me da la gracia de arrepentirme y pedir perdón y como dice en otro lugar de la Biblia, nada puede apartarnos del amor de Dios.

Mariposas y Esperanza

Años atrás, participé en un retiro espiritual de tres días poco común.  Se trata de campamentos para jóvenes enfocados en Dios.  Como en cada retiro espiritual que he asistido, se nos pide que no hagamos comentarios ni contemos lo que vivimos en el retiro para no arruinar la futura experiencia de otras personas.  Sin embargo, pienso que no hago ningún mal al contar algo que me aconteció en ese "campamento espiritual".  Al final del retiro nos pusieron una actividad que demandaba de nuestra capacidad física y era individual.  Hubo un punto en que casi terminada la actividad, me sentía tan cansada que tuve que parar y me tomé un pequeño descanso máximo de un minuto.  Y fue en ese descanso que una mariposa revoloteó cerca de mí y recuerdo que en ese momento pensé: "Dios es tan bueno, que me da un pequeño suspiro para que pueda tomar fuerzas, continuar y llegar a mi meta, y mi meta es Jesús ."  Cuando la mariposa se alejó de mí , después de hacerme sonreír, continue con mi actividad y pude terminarla.  Y si, Dios es tan bueno, que nos manda pequeñas mariposas, momentos de paz, momentos de reflexión, de descanso, puede ser que duren lo que el aleteo de una mariposa, pero que nos dan fuerzas suficientes para continuar nuestro camino hasta nuestra meta final que es el cielo. Bendito sea Dios.

Mis Rosarios

Yo no viajo mucho.  A decir verdad, casi nunca viajo.  En cambio, mis amistades y parientes si lo hacen.  De sus viajes, por asi decirlo, espirituales, me han traído bellos recuerdos en forma de rosarios.  Están entre mis tesoros más preciados.  Poseo rosarios que han llegado hasta mí de lugares de peregrinaje marianos.  Tengo un rosario de la Virgen de Fátima, de Portugal con arena del lugar, otro de la Virgen de Lourdes con agua de Lourdes, de Francia, otro de la Virgen de Guadalupe de la Ciudad de México con una imagen de la Virgen, otro de la Virgen de San Juan de los Lagos con una imagen de la Virgen y otro de el Museo del Vaticano.  Me siento afortunada de ser la destinataria de estos rosarios.  Me parece que el primer rosario que poseí fue el de mi Primera Comunión, aunque me duele confesar que se ha perdido con el tiempo. Cuando era más joven también fui propietaria de un rosario en forma de pulsera con misterios de madera que se ceñían a mi muñeca y me recordaban de rezar el rosario, este fue obsequio de un primo que me lo trajo desde México.  Lastimosamente, es ahora un objeto perdido, pero con el rezé muchas noches y me parece que me salvó de una enfermedad que pudo haber sido más grave.   También tengo denarios que me han obsequiado en distintas fiestas de sacramentos, como bautizos y primeras comuniones.  Cuando los recibo procuro al menos rezar un rosario con ellos.  También poseo un rosario con Aves Marías en forma de corazón que nos obsequio la Presidenta de los Jóvenes Guadalupanos hace ya muchos años.  Y otro que me llegó por correo de San Juan Pablo II.  Tengo otro muy lindo que compré de perlas rosadas.  Y uno en verde, blanco y rojo que siempre utilizo para rezar el rosario en Nochebuena.  Pero el rosario que tiene más tiempo conmigo es un rosario sencillo de plástico que me obsequiaron cuando formaba parte de la Legión de María.  Este rosario me trae bellos recuerdos, pues con él tuve la oportunidad de "enseñar" o llevar la oración del rosario a distintas familias, cuando les llevábamos la Virgen Peregrina.  Hay un canto que aprendí cuando estaba en el coro que dice "cuando era pequeño muy pequeño, recuerdo que siempre junto a mi cama, juntaba las manos y de prisa rezaba, más rezaba como quien amaba, las Aves Marías yo rezaba y siempre omitía unas palabras, no importa dormir sin rezar lo debido, pues está mi corazón contigo.  Ave María de mi Señor, el tiempo pasa y no vuelve atrás, siento nostalgia de aquellos días cuando dormía pensando en ti."  Pasa que por el ajetreo de la vida, o a veces la depresión del encierro,  se me olvida que tenemos una madre que está ahí para confortarnos, para darnos su apoyo.  El rosario es para mi una fuente de paz, de aliento, me gusta rezarlo por mis familiares que se adelantaron en el camino a la eternidad, aunque casi siempre trato de pedir por los distintos problemas que acosan a la humanidad o por peticiones personales.  Tengo un panfleto donde se explican los misterios y es el que me gusta rezar, porque al principio de cada misterio nos indica "el fruto del misterio", entre ellos se encuentran el amor hacia Dios, la gracia de una muerte feliz, la pureza, la pobreza,  la alegría en hallar a Jesús, la confianza en la intercesión de Maria y muchos más.  Estos rosarios, y varias oraciones los conservo dentro de una bolsita de plástico, me parece que no es el mejor espacio para tan preciado tesoro, pero si es el que me recuerda de rezar, porque es cristalino y puedo ver su contenido.  Es de verdad un honor, rezar la oración que salió de los labios de Jesús, seguida por palabras pronunciadas por el Ángel Gabriel y por Santa Isabel a la Virgen María, y tener la humildad y la confianza de pedirle que ruegue por nosotros.  Espero que estos rosarios que han llegado hasta mi, no se queden dentro de la bolsita y sean usados siempre, sobretodo en esta época de pandemia.  Alcemos nuestra a voz a la Santísima Virgen María al tiempo que recordamos la vida de Jesús en esta tierra.

Fé

"La fé nos hace caminar con Jesús en los caminos del mundo, en la certeza de que la potencia de su Espíritu  doblará la fuerza del mal, sometiéndola al dominio del amor de Dios.

Beato Pier Giorgio Frassati

"Para que nuestra vida sea cristiana, 

debe ser una renunciación continua,

un sacrificio continuo que no es pesado 

cuando pensamos que son unos pocos años

pasados en tristeza comparados

con una eterna felicidad,

donde la alegría no tendrá medida o final,

y donde disfrutaremos una paz

más allá de lo que podamos imaginar.

Y asi, jóvenes, 

aprendan como sacrificarse de

nuestro Señor Jesucristo."

Carta del Beato Pier Giorgio Frassati